Advierten que harina “Maseca” de los CLAP es peligrosa por contener transgénicos

En Maseca se encuentran niveles altos del químico glifosato y de AMPA -su metabolito principal- en muestras de harina de maíz blanco y amarillo provenientes de diferentes partes de México, denunció la Asociación de Consumidores Orgánicos.

Así lo reveló el portal web Regeneración México, el glifosato es el principal componente del herbicida Faena o Roundup de la compañía Monsanto (Bayer), cuyo uso aumentó significativamente a partir de la aparición de los cultivos transgénicos.

Es muy alarmante que se encuentre glifosato en las harinas para la producción de tortillas y otros productos alimenticios.

En marzo de 2015 la Agencia Internacional para la Investigación sobre el cáncer, un órgano especializado de la Organización Mundial de la Salud trabajando con más de 17 expertos de once países, clasificó al glifosato de “probable carcinógeno”.

Los resultados de las muestras de laboratorio de harina de maíz blanco y amarillo de la marca Maseca muestran concentraciones de glifosato que van desde 5.14 hasta 17.59 microgramos de glifosato por cada kilo de harina.

Asimismo, la presencia de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) alcanza hasta 94.15% en una de las muestras, observando una clara correlación: a mayor porcentaje de OGM, mayor concentración de glifosato.

Las muestras fueron analizadas por los laboratorios del Health Reasearch Institute en Iowa, Estados Unidos, bajo el método de la FAO1.

El glifosato se usa ampliamente en los campos agrícolas, pero su presencia es más intensa en los campos de monocultivos donde prevalecen los transgénicos.

México es un país donde la producción de maíz transgénico está prohibida, con lo cual la presencia de altos índices de glifosato en maíz nos lleva a concluir que:

Maseca está importando maíz para la elaboración de harina para sus tortillas.

Este maíz, que es importado principalmente desde Estados Unidos, se utiliza para alimento balanceado.

En otras palabras, estamos importando el maíz que Estados Unidos utiliza para alimentar cerdos, y usándolo para elaborar las tortillas que consumimos.

Las secretarías de estado y órganos encargados de velar por la inocuidad y sanidad alimentaria y de la prevención de riesgos sanitarios (Sagarpa, Senasica y Cofepris) no respetan los derechos de las y los consumidores, tales como el derecho a la información o el derecho a la salud y a un ambiente sano al permitir la presencia de ingredientes transgénicos y herbicidas como el glifosato en los alimentos que son ampliamente consumidos en México.

México no está defendiendo efectivamente su cultivo principal, de subsistencia y soberanía, base de la dieta diaria de la población mexicana: el maíz.

Maseca está mezclando diferentes tipos de maíces en su harina, tal vez para reducir su costo de producción, pero esto a expensas de la calidad del producto final.

La ACO exige a Maseca -la principal productora de harina de maíz en México y principal exportadora hacia Centroamérica, Estados Unidos y otras partes del mundo- que utilice maíces no transgénicos en la elaboración de sus harinas, y que transparente su proceso de nixtamalización.

Se hace un llamado a la población mexicana a que busque alternativas a Maseca en tortillerías locales, tianguis y mercados que usen maíces comprados a productores agroecológicos y que nixtamalicen.

Además, se les pide que exijan a Maseca tortillas sanas, libres de agrotóxicos y elaboradas con maíz nixtamalizado; detalló la Asociación de Consumidores Orgánicos.

Maseca: Veneno en la mesa
La doctora Mercedes López Martínez, explicó a Regeneración.mx lo peligroso de la ingesta de estos productos en la población mexicana.

En primer lugar recordó los experimentos de Gilles Eric Seralini, en Francia, quien demostró con pruebas de laboratorio con ratas, que éstas desarrollaron tumores.

Cabe mencionar que Seralini en 2015, experimentó con roedores en un periodo de todo la vida de los animales – y no únicamente tres meses como suele hacerse-.

Las ratas alimentadas con maíz transgénico murieron prematuramente y tuvieron una frecuencia de tumores de 60-70 por ciento contra 20-30 por ciento en el grupo de control.

La investigadora recordó que la población mexicana consume aproximadamente medio kilo de maíz al día.

“Estamos comiendo veneno”, subrayó.

El derecho a la alimentación y el derecho a la información no se cumplen
La doctora López Martínez recordó que desde 2011 está reconocido en México el derecho constitucional a la alimentación.

Además, también está reconocido en la Constitución el derecho a la información.

Sin embargo a pesar de estar reconocidos estos derechos no se nos informa a la población de México “ni los procesos ni los contenidos” de los productos procesados; en este caso Maseca.

Explicó que por ello es que se mandaron a hacer las pruebas de laboratorio arriba detalladas.

En México, centro de origen del maíz, está prohibido el maíz transgénico
Lo que explica la investigadora en la entrevista es que Maseca está mezclando maíz procedente de los Estados Unidos.

En Estados Unidos, el 95% del maíz contiene transgénicos y glifosatos.

El glifosato forma parte del paquete tecnológico que se aplica en los cultivos de Estados Unidos.

Al estar prohibido en México el maíz transgénico no tendría porque estar en la dieta de la población del país.

Mercedes López Martínez recordó que en México se logró por medio de una demanda legal que se detuviera la siembra de maíz transgénico.

Sagarpa y Semarnat litigan en favor de los transgénicos
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), litigan en los tribunales en favor del maíz transgénico y en contra de los ambientalistas, recordó la investigadora.

Denunció, en la entrevista a Regeneracion.mx, la omisión y responsabilidad de que transgénicos y tóxicos como el glifosato estén en la mesa mexicana, por parte del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), de la Sagarpa, así como de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)​.

“En México no se ejerce el derecho a la alimentación”, sentenció.

90.4% de los productos de maíz con trazas de transgénicos
López Martínez recordó que en 2018, investigadoras como Elena Álvarez Boulla y Alma Piñeiro de la UNAM, demostraron que el 90.4% de la masa de maíz tiene trazas o secuelas de transgénicos en México.

“Es la tortilla, las tostadas, las botanas de maíz”, puntualizó.

La lucha por la tortilla de calidad
En la entrevista, Mercedes López recordó la importancia de consumir productos de maiz nixtamalizado, tal como lo señala la Alianza por nuestra Tortilla.

“El proceso nixtamalización, por medio de la cal, agua y calor, hace biodisponibles nutrientes que nos han permitido sobrevivir a través de los años, hambrunas, guerras, conquistas, hasta el día de hoy”, señala la Alianza.

Este grupo detalla que “si una población se alimenta de maíz en su estado original, se sufriría eventualmente de desnutrición y se padecerían enfermedades graves como la pelagra, debido a que no responde de las necesidades nutritivas del organismo humano”.

La Asociación de Consumidores Orgánicos dice en su página de Facebook que:

“Concluimos que Maseca está mezclando diferentes tipos de maíces de calidad baja en su harina, tal vez para reducir su costo de producción, pero esto a expensas de la calidad del producto final. Además, se desconoce su proceso de nixtamalización”.

Finalmente la doctora Mercedes López, recalcó que en este esfuerzo por la alimentación sana de los mexicanos, por tortilla de calidad (nixtamalizada), en contra de los transgénicos y agrotóxicos, participan:

“Investigadores, activistas, gentes de a pie…”, unidos por una causa común: El derecho a la alimentación sana de las y los mexicanos, en defensa de nuestros maíz.

DC | Regeneración México

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