“Estaba en casa con mis dos hijos de 11 meses y siete años cuando la lluvia se intensificó. Me dio miedo porque no cesaba y decidí sacar a los niños. A los pocos minutos el lodo entró a la casa”, así lo narró Delia Delgado, quien reside en sector El Hoyito de Tarmas, en Carayaca.
Detalló que “la cocina quedó sobre la cama de mi hija más pequeña, o sea que si permanezco cinco minutos más dentro de la vivienda hubiéramos muerto”.
Señaló que tenía cinco años esperando la adjudicación de una vivienda digna “y ahora me quedé en la calle”. Dijo que la noche del domingo y el día de ayer la pasó en casa de un vecino.
Delgado forma parte de las 28 familias afectadas por las fuertes lluvias que cayeron en la zona desde el mediodía del domingo y que duraron hasta las 6:00 pm, causando deslizamientos, caídas de árboles, desbordamientos de quebradas en los sectores de Tarmas y la ausencia del servicio eléctrico.
Luis Domínguez perdió el 70% de su vivienda. “El cerro se vino por la parte de atrás en el tercer golpe de lluvia y me tumbó la pared del cuarto donde duerme mi hija, además afectó el techo. Las escaleras de acceso a la casa quedaron tapiadas con lodo”.
Los vecinos indicaron que 21 de las viviendas quedaron inundadas y con daños estructurales, mientras que siete sufrieron pérdida total. El cerró se deslizó y entró a las casas, al igual que la corriente de agua que recorría las calles “porque las alcantarillas estaban tapadas”, dijo Domínguez.
También especificaron que desde la tarde del domingo un joven que se encontraba en el sector Zapateral de La Montañita se encuentra desaparecido, por lo que los familiares, Policía Municipal, Protección Civil y Bomberos se encontraban buscándolo. Se trata de Yhon Audelino Velásquez Rodríguez (37).
Sin ambulancias ni equipos de seguridad
Los habitantes rechazaron que en el momento de las inundaciones no contaran con alguna ambulancia ni equipos de seguridad para atender la situación.
“La lluvia fue más fuerte que en la tragedia. En 1999 solo se taparon las calles, pero el domingo el agua se metió en las casas y eso no había pasado jamás”, comentaron los vecinos.
Manuel Galindo precisó que en la mañana de este lunes llegaron funcionarios de varios cuerpos de seguridad a cooperar con la búsqueda de personas y a levantar el informe.
“Hay dos policías municipales y un bombero preguntando y atendiendo a los vecinos, pero eso no es suficiente. Necesitamos máquinas para levantar los escombros y habilitar las vías”, dijo.
Cinco sectores incomunicados
Árboles caídos, lodo y piedras obstaculizaron las vías que comunican los sectores El Añil, El Tiesto, El Cementerio, El Taral, El Manzanillo y El Hoyito de Tarmas con el centro de Carayaca, por lo que la mayoría tuvo que movilizarse a pie hasta Tirima y buscar alguna cola.
“No hay transporte para subir ni para bajar. El servicio se paró y no todos los vecinos nos pueden estar dando la cola porque les da miedo dañar sus cauchos. Necesitamos ayuda de las autoridades porque no vivimos cualquier cosa”, expresó Nilide Díaz.
Solidaridad de los vecinos se hizo presente
Las familias trataron de despejar las vías afectadas por los derrumbes desde El Hoyito hasta El Añil y colaboraron con quienes tenían sus casas inundadas.
Desde que salió el sol empezaron a despejar las vías con los medios que tenían. Con palas y carretillas atendieron la zona para poder rehabilitar los accesos.
Nory Castellano comentó que “los mismos vecinos estamos limpiando y quitando el lodo de las calles porque no ha llegado nadie a ayudarnos y ya han pasado casi 11 horas”.
Expresó que el servicio Cantv se ha visto afectado en algunas zonas por la caída de los cables y de la fibra óptica.
A las 3:00 pm no habían llegado las autoridades
Los vecinos de Tarmas manifestaron su molestia porque las autoridades regionales y locales no se hicieron presente “para expresarnos su apoyo y ayudarnos con la situación”.
“Luego de tantas horas ellos no han venido a averiguar cuántas familias quedaron damnificada o cómo estamos haciendo para comer sin luz o qué ha pasado con el joven desaparecido”, añadió Beatriz Lugo.
DC – La Verdad de Vargas