Académicos ven de pobre sustentación filosófica, jurídica y teórica la propuesta de Guisandes

Académicos critican la pobre sustentación filosófica, jurídica y teórica del Proyecto de Ley de Comunicación Social presentado por el editor Gastón Guisandes. Denuncian que ni las 25 escuelas de Periodismo, ni los 40.000 agremiados, ni los 30.000 estudiantes fueron consultados para su elaboración.

El director de la Escuela de Comunicación Social de la UCV, Miguel Latouche, calificó la iniciativa de problemática. “Por un lado, no cumplió con los requisitos para presentar una iniciativa ciudadana y por el otro, no hubo acercamiento a ninguna de las 25 escuelas de Comunicación Social ni al CNP para consultarla”, dijo.

Históricamente crítico de la colegiación obligatoria, Latouche salió en defensa del debate democrático. “La colegiación obligatoria se puede debatir; el problema es que se trate de construir una instancia (colegio de comunicadores sociales) para invalidar a otra (CNP) porque no se pliega a una visión parcial de ‘la verdad’. ¿Quién va a calificar qué es la verdad?”, cuestionó.

Confirmó que en la próxima reunión de directores de escuelas de Comunicación Social, prevista para mediados de septiembre, será imprescindible incluir la revisión de la propuesta Guisandes.

Peligroso

Marcelino Bisbal, docente e investigador de la Universidad Católica Andrés Bello, destacó la extrema simplificación de conceptos que caracterizan al texto. “La exposición de motivos es un pasticho de orden filosófico y hasta sociológico que no se sabe adónde va. Mezclan conceptos y formulaciones teóricas sobre la comunicación y la información periodística que investigadores como Antonio Pasquali han resuelto brillantemente en varios de sus libros. Textos que Guisandes debería leer para ver si se aclara un poco”, sugirió.

Bisbal hizo un alerta: “Hay dos artículos muy peligrosos para la ciudadanía en general: el 17 y el 18, que consideran faltas inexcusables publicar noticias que expongan a personas que desconozcan lo que va a publicarse sobre ellas e informar sobre situaciones irrelevantes que sometan al desprecio público a alguien. La legalización de la censura y de la autocensura estarían ahora amparadas al aprobarse una ley como la que se está proponiendo”.

El Nacional/DC