¿Había algo que celebrar?

A propósito de cumplirse los 485 años de la ciudad de Maracaibo, se realizaron distintas celebraciones y otros reconocimientos por parte de la máxima autoridad ejecutiva de la ciudad y su par legislativa en la Cámara Municipal a personajes políticos, empresariales, religiosos, sociales, culturales, entre otros miembros de la sociedad marabina, otorgándoles la distinción “Honor al mérito 08 de septiembre” por sus currículos intachables y su amor y trabajo incansable en la capital de la región zuliana; asunto que seguramente muchos de ellos lo merecían, ahora ¿realmente estarán convencidos estas personalidades qué en Maracaibo había algo que celebrar o el acto fue propicio solamente para reconocer los méritos personales e institucionales de estos distinguidos ciudadanos?

Alfonso Hernández Ortíz / Politólogo – Abogado / @AlfonsoZulia / dialogopublico@gmail.com

La respuesta a la interrogante anterior, puede desnudar una realidad evidente que algunos pretenden esconder, disfrazar o manipular con estrategias mediáticas, bajo el manejo maniqueo de la triste realidad que atraviesa la ciudad de Maracaibo, es difícil entender como personalidades con alta solvencia moral, puedan ser utilizadas como figuras de papel tapiz para tapar una verdad a voces que no requiere mayor descripción porque está a la vista de todos, traducida en una ciudad que se acerca a sus 500 años y cada día está más hundida en la desidia, bajo la mirada complaciente de la misma clase política y sus acólitos.

Parece un chiste creer que durante el discurso que realizará la alcaldesa en la sesión solemne de la Cámara Municipal, se refiriera a Maracaibo como una ciudad “cosmopolita”,agregándole a su mofada“que seguiría haciendo todo su esfuerzo y dedicación para hacer de Maracaibo una de las principales ciudades de Venezuela y la más moderna”. Lo más insólito de esté acto no fueron las palabras que leyó la señora alcaldesa, sino el hecho que haya sido ovacionada por una sociedad de cómplices y fariseos que en sus confidencias manifiestan el desastre en que se ha convertido la ciudad, por la incapacidad de la actual burgomaestre.

Realmente se hace necesario intervenir con compromiso, transparencia y responsabilidad sin medias tintas, ante el caos que atraviesa la ciudad, caracterizada por la ineficiente gestión local, la mezquindad política del gobierno regional, la desatención presupuestaria del poder central y la carencia de ciudadanía; manifestándose esta realidad en algunos de sus problemas tan puntuales e incuestionables como el alto grado de contaminación en el que se encuentra el Lago de Maracaibo;el abandono de Maracaibo Oeste;la calamidad del Mercado las Pulgas; las Playitas, Santa Rosa de Agua; el nefasto servicio de transporte público; el escueto terminal de pasajeros;la inseguridad ciudadana; el deficiente servicio del aseo urbano, al punto de catalogarnos como la ciudad más sucia de Venezuela.

Maracaibo, aún espera por la intervención inmediata y coordinada de los tres niveles de gobierno, en el desarrollo de obras palpables que permitan colocara la ciudaden el sitial que se merece tal como lo manifestó el Monumental en la Grey Zuliana,  a la expectativa del cumplimiento de las promesas a la que ha estado acostumbrada la clase política, vanagloriándose de su entrega por Maracaibo en sus discursos, celebraciones y distinciones, pero con muy poco que mostrar en la acción de gobierno y en el manejo eficiente y transparente de los recursos públicos.

Maracaibo, demanda nuevos liderazgoscon una visión global,que coloquen en primer orden el empoderamiento de la ciudadanía, sobre el culto a la personalidad de las castas políticas, económicas y familiares, que han pretendido instaurar una monarquía marabina por encima de nuestra propia identidad, valores e idiosincrasia. Maracaibo, requiere líderes que impulsen la creatividad al momento de gobernar; la construcción de ciudadanía;la innovación; la inteligencia;la tecnología ecológica; el desarrollo sustentable; la capacidad para ofrecer una mejora en la prestación de los servicios públicos, priorizando los presupuestos en deportes, cultura, recreación, seguridad ciudadana e infraestructura moderna;en atraer inversionistas, para generar oportunidades y fomentar nuevos empleos;en realizar acciones y políticas que logren reducir la desigualdad social y la pobreza; finalmente para hacer de Maracaibo una ciudad que pueda brindarle la mejor calidad de vida a sus ciudadanos y que tengan motivos verdaderos para celebrar cada año con optimismo su progreso.

DC/ Abog. Alfonso Hernández Ortíz / @AlfonsoZulia / dialogopublico@gmail.com