Hegemonía comunicacional (Parte I)

Golfredo Dávila / Ingeniero y Político / @golfredodavila

Si en algo es eficiente el régimen que controla a Venezuela, es en la propaganda, en su publicidad y en el dominio casi absoluto de los medios de comunicación social, prensa, radio y televisión, se salvan de chiripa la prensa digital y las redes sociales. Ha sido tan eficiente, que todavía se le guarda culto al difunto caudillo. El predominio que tienen les facilita entrometerse en todos los órdenes de la vida de los ciudadanos.

Según los representantes del gobierno hay libertad de expresión, eso también lo decían los gobiernos anteriores, el problema es que en aquella oportunidad como ahora las voces disidentes poco son escuchadas y no cuentan con el espacio que tienen los dueños del poder para expresarse. Pero de control hegemónico sabe este gobierno, los anteriores se quedaron en pañales, más bien eran los dueños de medios privados que en conchupancia con el poder, colocaban trabas a las voces disidentes. Pero nunca antes se había logrado tal nivel de manipulación mediática por parte del Estado como ahora.

La inversión de valores y la descomposición social de hoy, ha sido modelada desde el poder, el uso exacerbado de la mentira, del insulto y el irrespeto a la disidencia a través de una sistemática campaña, han llevado a que buena parte de la población obnubilada asuma grandes mentiras como grandes verdades, y con tanta vehemencia, que terminan por enfermar a los escuchas, sean de un polo o del otro. Pasará mucho tiempo para que la realidad sea visualizada tal cual y para que las mayorías perciban que todo se trastabilló, que el país marchó hacia atrás, que las cosas no eran cómo se las pintaban, que fuimos cayendo, sin darnos cuenta, en un mundo bizarro.

Ejemplo: en la economía no se han producido cambios en los últimos 100 años, seguimos siendo dependientes y mono productores, todo con lo que cuenta el país, toda su infraestructura, tiene el sello de la renta petrolera, pero una cantidad importante de venezolanos opinan que por primera vez los ingresos petroleros quedan en el país, que antes iban a parar a manos del imperio Yanqui, eso les impide observar el daño que se ha producido a la nación. Otro cuento es el de la guerra económica, el gobierno le ha hecho la guerra a los venezolanos con una política económica contraria el interés nacional, destruyó el aparato productivo nacional, reforzó la economía de puertos, se ha endeudado hasta más no poder y aplicó un control de cambio que nutrió la corrupción, pero echa el cuento al revés y lo repite tanto que hay gente que les cree.

Otra mentira más, dicen que los presos políticos de ahora son políticos presos y que se está siendo justicia. Pues ningún gobierno ha tenido la osadía de reconocer que tiene presos políticos, pero nunca como ahora se criminaliza la disidencia y la protesta que son derechos constitucionales, el que disiente, el que protesta, el que reclama justicia, el que promueve una huelga por derechos laborales, es un delincuente; la justicia bizarra, un capo es defendido por el Estado y un estudiante detenido en una manifestación le cae todo el poder en su contra. Es una especie de dominio de lo absurdo, mediante el cual se alimenta la mente de muchos, es la mentira convertida en verdad como lo planteaba Joseph Goebbels, jefe de la publicidad en la Alemania Nazi, quien además instrumentó todo el plan de dominio psicológico del nacismo sobre los alemanes.

DC/ Ing. Golfredo Dávila / @golfredodavila

 

 

 

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