Nos complace el reconocimiento que hace el presidente de la Comisión Permanente de Administración y Servicios respecto a la bancada democrática de la oposición que cumple distintas responsabilidades con el país y con su trabajo específico en el ámbito legislativo. Por supuesto, que nos hemos abandonado el trabajo en el parlamento, porque entendemos que a mejor campaña que la oposición democrática está haciendo es la de reivindicar el rol, el papel que la corresponde a tan importante órgano del Poder Público para – en definitiva – lo que será la transición democrática.
Debemos tomar por buena la palabra del diputado ponente y recordar que el Día del Cartero es el 29 de agosto. Por lo tanto, puede esta Asamblea Nacional o, mejor, la venidera, rendir el tributo necesario para una figura que se ha perdido en la Venezuela moderna, en la Venezuela contemporánea, no tanto por el desarrollo de las nuevas tecnologías, sino por el quiebre, el fracaso del servicio postal en Venezuela. Estas observaciones críticas, las hemos – nosotros – consignado en el seno de la Comisión Permanente de Administración y Servicios, en una polémica, en un intercambio cordial, de profundidad, sin que melle de ninguna manera la postura ideológica que cada integrante de la Comisión sostiene. Por ello, nos permitimos cifrar nuestras esperanzas en un Proyecto de Ley, como el que hoy a bien tiene en presentar la Comisión Permanente de Administración y Servicios para superar algunos o los más importantes y decisivos problemas que tiene el servicio postal y, me atrevo a señalar el telegráfico que tiene vigencia en muchas localidades del país, en Venezuela.
Problemas que tienen que ver con la calidad del servicio, no sólo en lo referido al sector privado, sino fundamentalmente al que le compete al Estado venezolano, al sector público. Tenemos una desconfianza generalizada sobre los servicios postales y, por supuesto, uno de los indicadores apunta a la pérdida de las piezas postales anuales en nuestro país. Nos permítimos, teniendo por fuente la Unión Postal Universal y otras, promediar el porcentaje de pérdidas de piezas postales por hurto o la conf
sa dirección del destinatario, por lo que respecta al servicio del Estado, con la venia del director de debates: el promedio para la década de los ’90 fue de 13,2% de pérdidas, mientras en la década del 2010 en Venezuela, en el primer quinquenio, llegó a 42% y, en el segundo quinquenio de ésta década citada llegó a 82%, cuando – por ejemplo – el servicio postal en Europa occidental se movió entre 1,7 y 3,2% de pérdidas de las piezas postales.
Debemos recuperar, incluso, otro de los aspectos a señalar, la eficiente flota o mecanismos de distribución del servicio postal venezolano. No había rincón del país donde no llegara el cartero y, con él, muchas veces, llegaban otros servicios, se intercambiaban otras informaciones útiles. Además, el cartero era parte de la comunidad.
Por supuesto que las nuevas tecnologías han cambiado el panorama. No obstante, debemos hacer un esfuerzo de conciliar, de conjugar la premodernidad, la modernidad y la postmodernidad en este servicio.
Este Proyecto de Ley que ponemos los integrantes de la Comisión de Administración y Servicios a la consideración de este cuerpo de representación popular, procura generar la confianza necesaria en el Estado mismo, como agente fundamental y ejemplificador de los servicios que debe prestar el sector privado. Exigimos eficiencia, exigimos eficacia en a prestación de este servicio e, inclluso, presencia de las oficinas, por lo menos del servicio postal venezolano en los 335 municipios del país, porque – perdonen la digresión – a juzgar por las 90 oficinas declaradas, cuando el principal partido de gobierno, por peculado de uso, hizo una consulta a través de IPOSTEL, dos o tres años atrás, no llegaban sino a 90.
Además, hay que resolver algunas situaciones actuales. ¿Por qué – hoy en día – no se pueden enviar postalmente medicamentos de un punto de la geografía a otro? Esto, por supuesto, escapa del contexto de un instrumento legal como el que estamos proponiendo, pero queda subyacente la inquietud. Otro tema, ya para finalizar, debido a que la dirección de debate está apresurada, se refiere a la inviolabilidad de la correspondencia postal. Hoy, en Venezuela, no sólo se violentan las llamadas telefónicas, se hacen transcripciones abusivas, sino la confidencialidad de la correspondencia no está garantizada.
La bancada democrática de la oposición, cifra sus mejores esperanzas por solventar los gravísimos problemas, no sólo del servicio postal, sino de las instituciones del sector privado y oficial que tratan de la materia. Y, al respaldar, en líneas generales el Proyecto, por supuesto que le corresponderá a una mayoría democrática el venidero año, para la segunda discusión, perfeccionarlo, profundizarlo y aplicarlo con toda la eficacia que es a promesa esencial de una transición democrática. Es todo, señor viceprsidente, colegas parlamentaria.
DC / Luis Barragán(*) / Diputado AN / @LuisBarraganJ
(*) Intervención en la sesión plenaria de la Asamblea Nacional el día 27/10/15, con motivo de la primera discusión del Proyecto de Ley de los Servicios y Actividades Postales.