Margarita Fernández, pediatra con más de 10 años de experiencia, explicó que "en algunos libros sobre nutrición se utilizan términos como 'alimentos chatarra' o 'alimentos basura' para designar a todos estos productos que, si bien son comestibles, no son alimenticios en absoluto".
La especialista añadió que el consumo de golosinas en exceso puede causar en los niños dolores de estómago que estarían asociados con lombrices, caries en los dientes y pérdida del apetito durante el día.
"Hay padres que utilizan las golosinas para premiar la buena conducta del niño. Esta práctica debe evitarse, porque se trata de un producto poco saludable para el crecimiento del chamo".
La especialista comentó que el consumo de azúcares debe limitarse a unas pocas ocasiones en el año. Puso como ejemplos la cena de Navidad, las fiestas infantiles, las visitas al parque o durante viajes largos.
"Recomiendo que le den pequeñas porciones al niño, dependiendo de la edad. No podemos obligar al pequeño a no consumirlas, porque en la calle siempre estará rodeado de paquetes de golosinas".