En el olvido quedó el respeto y la protección del territorio custodiado por el Cacique Maracaibo y su tribu, hace 513 años. La llegada de esos tres marinos españoles al Lago de Maracaibo un 24 de agosto de 1499, abrió las puertas a la intervención del espacio.
Sin contemplaciones, el hombre alteró las características naturales de la cuenca que abarca 121 mil kilómetros cuadrados y de ellos 76 mil pertenecen al Zulia.
Para Pablo Emilio Colmenares, presidente de la Asociación civil para la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (Aclama), “la falta de voluntad política y la inconsciencia de los ciudadanos, mantienen al Lago sumido en una situación crítica”.
A su juicio, recuperarlo es “pan comido” si se tiene la voluntad y se destinan los recursos necesarios para lograrlo. Aclama presentó una Ley de Saneamiento que propone el otorgamiento del uno por ciento del petróleo que se extrae.
La cifra que se maneja es de 800 mil barriles diarios, si de ellos se dedicaran ocho mil por día al proyecto, se traducirían en 800 mil dólares que entrarían al Lago.
Descarga sin control
El también expresidente del Instituto para el Control y la Conservación de la Cuenca Hidrográfica del Lago de Maracaibo (Iclam),insiste que el problema de base radica en el descuido de los controles que preserven la calidad del agua.
En el Lago, la descarga de aguas negras aumenta, pero el sistema de tratamiento no funciona a toda su capacidad. De los 10 mil litros por segundo que se vierten, las tres grandes plantas ubicadas en San Francisco, Ciudad Ojeda y Cabimas, solo tratan el 50 por ciento.
La realidad sería otra, si planta Norte, un proyecto engavetado hace alrededor de 18 años se activara para tratar los otros cinco mil 500 litros por segundo.
Para el especialista, parte de la solución está en cumplir con el plan nacional de contingencia que incluye controlar los derrames, la puesta en funcionamiento a toda su capacidad de los sistemas de tratamiento de aguas servidas, la construcción de plantas para aguas industriales y el aporte de la sociedad civil, si esto ocurriera sin duda alguna, el Lago dejaría de robarse los suspiros de quienes lo miran y recuerdan lo que fue.
Frena el envejecimiento
Las aguas servidas e industriales, los constantes derrames petroleros y la salinización, provocan el envejecimiento del Lago y atentan contra la vida sublacustre y disminuyen la producción pesquera.
El Lago de Maracaibo compuesto en 60 por ciento por agua dulce, proveniente de 136 ríos que desembocan en su mayoría de Colombia, lucha contra la alta tasa de contaminación. El envejecimiento no se ha dado a un ritmo tan rápido como debería, porque la cuenca es abierta y el agua está en constante movimiento en sentido de las agujas del reloj con los vientos alisios.