Los dos barcos, el USS Laboon y el USS McFaul, se sumarán a unos 50 marines estadounidenses que partieron hoy hacia Libia con el objetivo de reforzar la seguridad de las instalaciones diplomáticas de EE.UU. en ese país.
Ambos destructores de la Armada están equipados con misiles de crucero, según un alto funcionario militar citado por CNN.
EE.UU. mantiene normalmente hasta cuatro buques de guerra equipados con misiles en el Mediterráneo oriental y tanto el USS Laboon como el USS McFaul forman parte de ese despliegue.
El presidente estadounidense, Barack Obama, explicó hoy en una comparecencia conjunta en la Casa Blanca con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que ha ordenado incrementar las medidas de seguridad en Libia tras el ataque al consulado en Bengasi.
Los 50 marines de la Flota del Equipo de Seguridad Antiterrorista (FAST, por su sigla en inglés) que reforzarán la seguridad de las instalaciones diplomáticas partieron hacia Trípoli, la capital de Libia, desde la base estadounidense de Rota, en el sur de España.
Además, EE.UU. utilizará aviones no tripulados, conocidos como drones, en Libia para buscar campamentos de extremistas y otros objetivos que pudieran estar vinculados con el ataque al consulado en Bengasi, según CNN.
Protestas sin violencia
El presidente egipcio, Mohamed Mursi, manifestó hoy su apoyo a las protestas pacíficas por la película norteamericana sobre Mahoma, pero condenó los ataques de musulmanes contra personas o embajadas.
En un intento por apaciguar los ánimos mientras continúan los disturbios en las puertas de la sede diplomática de Estados Unidos en El Cairo, el mandatario consignó que "el pueblo egipcio es un pueblo civilizado y que rechaza semejante actuación fuera de la ley".
Condenó además a todos los grupos que intenten ofender al profeta Mahoma o a los musulmanes, a la vez que aseguro que va a proteger las propiedades privadas y públicas, y las embajadas de todos los países en suelo egipcio.
Un grupo de manifestantes libios se pronunció en las calles de Benghazi para mostrar su rechazo a la muerte del embajador Christopher Stevens.