"No vacilaré en hacer expulsar a los que se reclaman del islam y representan una amenaza grave para el orden público y que, extranjeros en nuestro país, no respeten nuestras leyes y nuestros valores", declaró el ministro francés del Interior y de Cultos, Manuel Valls.
"Los predicadores del odio, los partidarios del obscurantismo, los integristas, los que quieren atacar nuestros valores y nuestras instituciones, lo que niegan los derechos de las mujeres, no tienen lugar en la República", dijo el ministro.
"Los que están en nuestro territorio para desafiar nuestras leyes, para atacar los cimientos de nuestra sociedad no tienen que permanecer en ella".
"El racismo, el fundamentalismo no son el islam", recalcó Valls, saludando "la prudencia de los responsables del culto musulmán" que exhortaron a la calma a su comunidad tras la publicación por un semanario satírico de caricaturas de Mahoma, y "la madurez que demostraron los musulmanes de Francia" en esa ocasión.
DC/AFP