Es por ello que “cualquiera que sea la verdad, con el tiempo va a salir a la luz como siempre lo hace, aunque he llegado a creer que los informes dados por las autoridades son la verdad”, manifestó por medio de un comunicado Patricia Velásquez, presidenta de la Fundación Wayúu Taya.
La miembro de la organización Artistas por la Paz de la UNESCO, explicó que al conocer la noticia investigó el tema y debido a lo común que son los conflictos entre los mineros ilegales de oro y de las comunidades indígenas, era muy pausible que un hecho como este ocurriera.
Pero lo que si se tiene ahora, mientras esta noticia es un tema candente, es la oportunidad de discutir el asunto más allá de este caso. Y se trata de derechos humanos, no de política. “La extracción de oro de la selva amazónica es un proceso destructivo que daña el ecosistema del bosque lluvioso y perjudica a las personas que viven allí”.
Numerosas comunidades amazónicas están en peligro a causa de los mineros ilegales, ganaderos y madereros que han fijado su residencia allí. “Cuando se produce un conflicto entre ellos, los Yanomami y otras comunidades indígenas son siempre las víctimas”.
Aseguró que pasa gran cantidad de tiempo de trabajo en la selva amazónica, y conoce sus costumbres y su forma de vida”.
Son personas desarmadas, no violentas e inocentes con tradiciones y valores morales. “Si permitimos que la práctica de la minería ilegal de oro en la selva amazónica siga, estas personas indígenas pagarán por ello con su vida.
DC