Heraclio Moreno, director de salud ambiental, precisó que las zonas de Brisas del Sur, en Maracaibo y el Manzanillo, en San Francisco, son los lugares donde persiste la presencia de la peligrosa especie.
En las comunidades las jornadas de información continúan. Hoy, un grupo de voluntarios realiza entrega de volantes en Arismendi. La actividad tiene la finalidad de enseñar a los habitantes como manipular un caracol, sin correr el riesgo de contraer algunas de las enfermedades de las que es portador.
Recordó que puede ser vector de organismos patógenos como parásitos, virus y bacterias.
DC