Los dos pistoleros entraron a la casa de la víctima y al encontrarse con dos niños en el frente, les dijeron que se fueran. De inmediato preguntaron a su esposa con seis meses de embarazo, si él estaba en la vivienda.
Ella en un intento por proteger a su pareja lo negó, pero los delincuentes no se detuvieron hasta llegar a la habitación donde dormía Argüelles.
Lo despertaron para luego terminar con su vida, propinándole varios disparos.
Jacqueline Cañizales, contó entre lágrimas que su hijo estaba durmiendo y entraron a acribillarlo dentro de la habitación. “Me llamaron por teléfono para avisarme que habían matado a mi hijo”.
Era el segundo de cuatro hermanos. Deja un hijo de cuatro años. Residía desde hace un mes con su esposa en la vivienda 85-42 de la calle 115 del sector, propiedad de un tío de la joven. Era comerciante y trabajaba con su mamá vendiendo ropa.