Dos ladrones llegaron a la sede de la línea de taxis, uno de ellos se llevó los profesionales del volante a una esquina donde le pidieron las pertenencias.
Nava estaba en el grupo y se negó a entregar sus cosas. El hombre trató de desarmar al delincuente y comenzaron a forcejear.
En medio de la discusión, el ladrón le dio un disparo y cuando Nava se desplomó sobre el piso, el maleante lo remató. Al menos cuatro tiros le dieron en la cabeza.
Testigos contaron que después de disparar, los maleantes siguieron caminando. El hoy occiso perdió su vida poco después.