Las dos víctimas llegaron al bar El abuelo y se dirigieron hasta la barra para pedir unas cervezas. Valera se acercó hasta la mesa de pool donde estaban otros hombres jugando una partida.
Al parecer una discusión por viejas cuentas detonó el homicidio. Los pistoleros asesinaron primero a Valera propinándoles cinco tiros en distintas partes del cuerpo y luego arremetieron contra Caballero, quien no pudo hacer nada ante la arremetida. Le dieron dos disparos.
Ambos residían en el barrio Santa Lucía. Caballero era de Barranquilla, mientras que Valera de Trujillo.
Franklin Navarro, comisario jefe del CICPC, manifestó que el crimen se maneja como un ajuste de cuentas, pues al parecer tenían problemas desde hace algún tiempo.