El camino sigue
En las elecciones presidenciales del pasado domingo la mayoría del pueblo venezolano decidió apoyar la opción del gobierno. Sin embargo, esto no significa que el camino que construimos juntos en los últimos meses haya terminado. Hoy quiero decirles a todos los venezolanos que estoy de pie, que me levanté, como sé que se levantó la inmensa mayoría de los venezolanos, y como sé que se levantarán quienes aún no lo han hecho.
Es necesario aprender de cada proceso, hay que reflexionar siempre, con cada contienda, con cada elección. Es por ello que quiero insistir en esto: el camino que comenzamos a construir juntos sigue ahí.
También quiero decirle a todas las personas que todavía sienten tristeza, que sienten que no hay futuro, que vean lo que pasó el domingo pasado: nosotros logramos que más de 6 millones 500 mil venezolanos se montaran en este autobús de Progreso.
Recorrimos nuestra Venezuela llevando propuestas, llevando ideas, y todas esas personas, más de 6 millones y medio de venezolanos, salieron a votar por esta opción, no en contra de alguien, sino a favor de un mejor futuro. Y como lo dije durante toda la campaña: ¡Nadie nos va a expropiar el futuro!
Ya lo he dicho: el tiempo de Dios es perfecto, y nosotros tenemos que seguir construyendo el futuro. Nosotros estamos aquí para construir el futuro.
Sabemos a lo que nos enfrentamos la campaña electoral: una maquinaria con muchos recursos, que utilizó de toda la estructura del Estado, todo el poder, además de toda la campaña de descrédito. Y aún así logramos que más de 6 millones 500 mil venezolanos nos dieran su confianza, y nosotros no vamos a traicionar esa confianza. ¡Vamos todos a seguir construyendo este camino!
Nuestra gorra tricolor, símbolo de compromiso con el futuro, símbolo de nuestro compromiso con Venezuela, está ahí. Por eso le quiero decir a los venezolanos que tenemos que pensar en el próximo juego. Tenemos un juego dentro de unas pocas semanas: las elecciones regionales. Yo voy a hacer todo lo que esté a mi alcance, todo lo que este servidor pueda hacer para que ganen todos los candidatos que representan una alternativa en Venezuela. Hoy tengo más ánimo todavía. Hoy tengo más energía. Hoy tengo más compromiso gracias a la fuerza que todos ustedes me transmitieron.
Si algo me dejó esta campaña fue más amor a Venezuela, más compromiso con nuestro pueblo. Y yo soy un servidor público, yo trabajo para todos y voy a seguir construyendo una opción para todos. Porque el futuro tiene que ser para todos.
Hemos ido construyendo un camino de futuro junto nuestro pueblo y vamos a seguir haciéndolo, porque los venezolanos quieren construir futuro y no que lo destruyamos. El pueblo no se tiene que sentir derrotado.
Para mí los principios no se negocian. Para mí lo que el pueblo diga eso eso es sagrado. Los que pretendan destruir y volver a generar la antipolítica no cuenten con nosotros. Nosotros no vamos a quitarle la oportunidad a nuestro pueblo de tener buenos gobernadores, de tener buenos alcaldes.
Llegará la hora del futuro
Dios es el que me da la fuerza y por eso me levanté, gracias a la fuerza de Dios y de todos los mensajes de apoyo, de compromiso de millones de venezolanos. Esa es la clave para tener el éxito, levantarse rápido y seguir.
De este proceso electoral, así como de la victoria, también se aprende de la derrota. Hoy más que nunca, quiero que todos los venezolanos sepan que siguen contando conmigo. Yo siempre les voy a hablar con la verdad. He llegado aquí gracias a la verdad, y la verdad es lo que nos hace grande: con la verdad abriremos todas las puertas, con la verdad venceremos todos los obstáculos.
Estoy seguro que el pueblo venezolano no le ha dado un cheque en blanco al Presidente, y su Gobierno tiene que saber administrar bien esta victoria, porque si no el pueblo es el que cobra, y no debemos subestimar nunca la capacidad de nuestro pueblo.
El gobierno central tiene una gran presión encima, porque los venezolanos, todos los venezolanos por igual, queremos vivir en un país equilibrado, un país de oportunidades y de paz.
¡Que Dios Bendiga a nuestra Venezuela!