¿Quiénes son los protagonistas de la foto que le ha dado la vuelta al mundo? Se trata de John Unger, dueño de Shoep, un pastor alemán mezclado que ya tiene 19 años.
El animal está ciego, padece de artritis, y los dolores le dificultan el sueño, y por eso Unger se baña con él en el Lago Superior en Michigan, donde el animal se relaja y duerme en sus brazos.
La fotógrafa Hannah Stonehouse Hudson, propietaria de Stonehouse Photography y amiga de Unger, decidió capturar ese momento especial entre el hombre y su perro en el agua y luego publicó la instantánea en Facebook.
"Esta foto es de una sesión de última hora," dijo Stonehouse, quien reside en Bayfield, Wisconsin. "Habíamos estado tratando de juntarnos durante semanas, pero no podíamos debido a mi agenda de viajes para Stonehouse. Tenía unos 5 minutos para fotografiar y esto es lo que capturé – un hombre y su perro. John ama a su Schoep, y Schoep confía tanto en John que se queda dormido flotando en el agua. No fue una foto posada, odio las fotos posadas. Esas nunca, nunca pueden capturar la verdadera esencia de las cosas", aseguró.
Una relación especial
Schoep fue adoptado a los 8 meses de edad y había sufrido abuso de sus dueños anteriores, por lo que le tomó algún tiempo a Unger que el animal confiara en él.
El pastor alemán comenzó a bañarse en el lago hace unos 13 años, pero no era muy adicto al agua y a Unger tardó algunos años convencerlo para que entrara al lago y luego nadara. Schoep también ha sido el salvavidas de Unger, quien ha luchado contra la depresión toda su vida. En una ocasión, tras romper con su prometida, pensó en el suicidio y se dirigió al lago, donde dice que la compañía del perro lo salvó de la muerte.
“Schoep tenía una mirada como en ningún otro momento…Él sólo me sacó de ese momento… caminamos el resto de la noche hasta el amanecer”, relata.
Debido a su condición médica Unger no ha tenido trabajos estables, pero la popularidad de la foto de Stonehouse lo ha ayudado a costear los gastos del veterinario. Una mujer del estado de Virginia pagó una terapia con láser para las articulaciones del animal, y numerosas personas han donado golosinas y comida para Schoep.
Unger está conmovido con toda la solidaridad que ha recibido y a la vez está consciente de que a pesar de todo la edad lo separará de su compañero.“Yo sólo espero que se vaya mientras duerme”, dice.
DC/ noticias.latino.msn.com