Periodista cubano asegura que Fidel Castro sufre "muerte encefálica"

Hasta los momentos ninguna alta autoridad del gobierno cubano ha salido a aseverarlos ni refutarlos, cosa que le crea mucha suspicacia al periodista y escritor cubano Armando Añel, residente en Miami.

En un artículo publicado por el sitio web Neo Club Press, el mismo que aseguró a mediados de la semana pasada que Fidel Castro habría sufrido un derrame cerebral, el periodista insiste en que el cabecilla de la isla padece de “muerte encefálica” y que la fuente que le reveló la información al portal de noticias, es “fiable” porque se trata de una persona con conexiones en las altas esferas del gobierno cubano, cuyas revelaciones “han constatado más de una vez”.

Cabe destacar además que, a ocho días de las elecciones presidenciales celebradas en Venezuela, Castro no ha felicitado públicamente a Hugo Chávez, por su triunfo en las urnas, luego de ser reelecto en el poder frente al cadidato opositor Henrique Capriles.

Lea a continuación lo que dice Añel en su artículo:

Antes de explicar por qué doy por hecha la muerte de Fidel Castro, quiero abundar en la definición de lo que es una “muerte encefálica”, o cerebral, que fue como nuestra fuente en La Habana la definió el miércoles 10 de octubre en horas de la mañana. Como no soy médico ni especialista en el tema, citaré varias veces para dejar claro el concepto.

La muerte encefálica se define como el cese total e irreversible de las funciones cerebrales. “Está aceptada como una manera de morir desde el punto de vista médico, ético y legal”, dice el doctor Gustavo Saposnik. “La ley argentina toma el concepto de muerte encefálica que implica el cese definitivo de las funciones: muerte de la corteza y del tronco cerebral” (Scielo, revista de neurocirugía).

Así, puede declararse clínicamente muerto a un individuo incluso si permanece con el corazón activo gracias a algún soporte artificial. La muerte cerebral, asegura Monseñor Ignacio Carrasco de Paula en la web de la Universidad de La Sabana, “entendida como un método para el diagnóstico precoz de la condición de cadáver de un sujeto sometido a reanimación, es éticamente aceptable a condición de que los parámetros aprobados sean aplicados con extremo rigor y profesionalidad”.

Por qué afirmo con tanta rotundidad que Fidel Castro está muerto, o que padece muerte encefálica, me han preguntado en estos días. ¿Acaso nuestras fuentes son infalibles? Supongo que ninguna lo es, pero en el caso que nos ocupa se trata de una persona con conexiones en las altas esferas y cuyas revelaciones más de una vez hemos podido contrastar, y han resultado precisas. En el pasado, Neo Club Press se ha visto favorecido por ellas.

Esta es una de las razones, la principal, que nos impulsó a dar la noticia el miércoles, noticia que seguimos sosteniendo. La otra es posterior y deductiva: Han pasado cinco días desde que la muerte de Fidel Castro se corrió a lo largo y ancho de las redes sociales, y en todo ese tiempo el gobierno cubano no ha podido probar que el anciano aún vive. Y como, que sepamos, no hay ningún evento de repercusión con epicentro en Cuba que esté interesado en atenuar Raúl Castro lanzando “la bola” de la muerte de su hermano, es fácilmente deducible que no enseñan a Fidel, como han hecho en otras ocasiones, sencillamente porque no pueden.

Quiero airear algunos datos más que refuerzan la noticia pura y dura, a manera de aporte personal. Uno de los hijos de Fidel Castro, Alex Castro, aseguró el jueves a la periodista Arlin Alberty Loforte, en Guantánamo y durante la exposición fotográfica “El rostro de la historia”, que “el Comandante está bien, haciendo sus cosas diarias, leyendo, practicando sus ejercicios”.

Pero cuando observamos este video de la misma exposición, pero en México el mes pasado, Alex asegura prácticamente lo mismo respecto a su padre: “Se encuentra muy bien de salud, está trabajando, escribiendo libros, se dedica a transmitir sus conocimientos a las generaciones más jóvenes,  a aconsejar a personas que están actualmente en el gobierno, a hacer ejercicios”. Un robot obligado a repetir la lección aprendida incansablemente.

“La vida íntima de Fidel Castro es un secreto muy bien guardado durante muchos años, es como su santuario donde no se puede tocar ni se puede entrar”, dice. ¿Será posible que ni los propios hijos del gobernante tengan acceso a su cadáver?

Además, y el detalle no carece de importancia, Fidel Castro no puede estar haciendo ejercicios porque ni siquiera es capaz de sostenerse por sí mismo. Cualquiera puede comprobarlo viendo este otro video del pasado mes de marzo en La Habana, durante la visita del papa Benedicto XVI. Obsérvese cómo el octogenario no puede dar un paso por su cuenta, siempre sostenido por alguien a su alrededor. Y si Alex Castro miente en este apartado de los ejercicios –a no ser que los “ejercicios” de su padre consistan en entornar los ojos o agitar los dedos–, como demuestran irrebatiblemente las imágenes, ¿por qué no habría de mentir en todo lo demás?

¿No está muerto? Pues que lo muestren y que se mueva. Que mueva aunque sea los párpados. Es verdad que la muerte de Fidel Castro ya no resulta políticamente influyente, al menos no como pudo serlo hace diez años, pero recuérdese que son Raúl y sus lugartenientes los que le temen al punto de ocultarla obsesivamente. Ahora, después de cinco días de revelada en Internet, la pelota sigue estando en la cancha del gobierno cubano.

DC/Neo Club Press

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...