"Hacía varios meses que pensaba en ello y Mercedes tuvo la oportunidad de contratar al británico Lewis Hamilton. Eso facilitó mi decisión", dijo "Schumi", de 43 años, siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, que en 2010 había vuelto a la competición tras tres años sabáticos, entre 2007 y 2009.
El fichaje de Hamilton en Mercedes, anunciado a finales de la semana pasada, aceleró su decisión y terminó con la incógnita sobre el futuro del piloto alemán, que descartó finalmente seguir disputando carreras con una escudería menos importante, como Sauber, entre otras.
"De nuevo llegó el tiempo de la libertad", dijo un Schumacher sonriente y tranquilo. Ahora le quedan por disputar seis carreras de la temporada 2012 en las que intentará ganar un último gran premio.
"Estos últimos meses, no estaba seguro de tener todavía la motivación y la energía necesarias para continuar hacia adelante. Con la edad, una reflexiona más sobre lo que hace. Es normal", señaló.
Segundo retiro anunciado
Schumacher se retira por segunda vez de la Fórmula 1, después de haberlo hecho una primera a finales de 2006.
"En 2006, dije que la batería estaba vacía y no sabía si podría recargarla. Me había cuidado mucho, desde el inicio de mi carrera, y había logrado muchas cosas, por lo que quería verdaderamente retirarme. Después las circunstancias propiciaron mi vuelta y no lo lamento", explicó.
El piloto alemán señaló que el balance de los tres últimos años en Mercedes, tras volver a la competición a principios de 2010, es bueno.
"Fueron tres años bonitos, como ser humano. Hay muchos aspectos positivos y he aprendido muchas cosas. Es verdad que no hemos logrado desarrollar un auto para ganar el Mundial, pero puedo estar feliz del éxito global durante mi carrera", afirmó.
"He aprendido mucho sobre mí mismo, como por ejemplo que uno se puede abrir y disfrutar sin perder su concentración. Es algo que no lograba hacer durante la primera parte de mi carrera. Me he dado cuenta que perder es al mismo tiempo más difícil y más instructivo que ganar", indicó.
La confesión corresponde a un personaje altivo y arrogante durante su primera época, marcada por siete títulos de campeón del mundo y 91 victorias, que se volvió sereno y relajado, casi humilde, desde que Ross Brawn, con quien ya estuvo en Ferrari, lo sacara de su período sabático para ofrecerle el volante de un Mercedes.
Durante tres temporadas frustrantes, Schumacher protagonizó algunas bonitas remontadas, sobre todo en Spa, su circuito preferido, pero firmó solo una 'pole position' (Mónaco 2012) y subió una vez al podio (Valencia 2012).
Para Brawn, director técnico de Mercedes-AMG, el alemán seguirá siendo el "piloto más grande del siglo", pese a que la directiva de la marca de la estrella, tras haber esperado a que Schumacher se decidiera, aprovechó la ocasión para fichar a Lewis Hamilton, 27 años, que estaba en el mercado.
"Michael ha aportado mucho al equipo, entre bastidores, pese a que no se haya visto", señaló Brawn, acompañado en la rueda de prensa por Norbert Haug, el patrón de la competición en Mercedes.
A Schumacher algunos le ven en el equipo técnico de Mercedes en la Fórmula 1. "No tengo ni idea de lo que voy a hacer. No tengo nada previsto y no es el momento de tomar este tipo de decisión. Tengo opciones y ustedes lo saben, pero no me voy a precipitar", explicó el piloto alemán.
AFP