El adolescente ayudaba en su casa arreando los chivos. De acuerdo con las declaraciones de sus tías, el joven tomó el arma sin ser visto, salió al patio de la humilde residencia, y se disparó.
Las mujeres explicaron que el joven no estaba tomado, y que no se veía triste. “No sabemos qué pasó, ni porqué tomó esa decisión”.
Vecinos dijeron que el muchacho estaba tomando licor minutos antes, en compañía de unos amigos, sin embargo la familia desmintió esa versión.
Las mujeres que no se identificaron aclararon que el adolescente no había atentado antes contra de su vida.