“Nuestros corazones están devastados por las víctimas, sus familiares, y los sobrevivientes quienes saben que la inocencia de sus hijos han sido devastadas demasiado pronto”, manifestó el mandatario visiblemente conmovido y cercano a las lágrimas. Obama prometió al gobernador, Dannel Molloy, que contaría con todos los recursos necesarios para llevar a cabo las investigaciones del hecho.
“Cada vez que me entero de una noticia como ésta reacciono no como presidente sino como padre y eso especialmente cierto hoy. No hay ningún padre en el país hoy que no sienta el mismo dolor abrumador que yo siento. La mayoría de los que murieron hoy eran niños, bellos niños de 5 a 10 años”, afirmó el mandatario.
“Esta noche Michelle (primera dama) y yo, y todos nosotros nos abrazaremos a nuestros hijos y les diremos cuánto las queremos”.
Obama rememoró otras tragedias similares que han ocurrido en suelo norteamericano. “Ya sea en un centro comercial en Oregon, un templo en Winsconsin, un cine en Aurora, un calle en Chicago, tendremos que unirnos para evitar tragedias como éstas”, señaló Obama.
Un total de 27 muertos dejó como saldo el tiroteo dentro de la escuela, 18 de ellos era niños y 6 adultos. Otros 2 niños fueron declarados muertos en el hospital donde fueron atendidos, y hay un herido, dijo Paul Vance, jefe de la policía estatal de Connecticut.
Además, se halló otro cadáver en una residencia en la misma población de Newtown, y el cadáver del padre de Ryan Lanza, autor del sangriento hecho, fue asimismo hallado en su residencia en Nueva Jersey. El hermano menor de Lanza fue detenido.
DC