Por su parte, el gobierno español lamentó la decisión del presidente Evo Morales.
“Esperamos obtener el valor real de nuestra participación” en las compañías expropiadas, declaró a la AFP un portavoz de Iberdrola, precisando que el grupo no hizo aún ninguna estimación.
Citando a fuentes del mercado, la prensa española situaba el valor de dicha participación en unos 100 millones de dólares.
“España lamenta la decisión del gobierno boliviano de nacionalizar estas cuatro empresas, que tienen entre sus accionistas a empresas españolas, argentinas y norteamericanas”, afirmó el ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
Subrayando que “la seguridad jurídica es una exigencia insoslayable de cualquier inversión extranjera en Bolivia”, Madrid dijo esperar “que el proceso de evaluación del valor de la empresa nacionalizada se realice con criterios exigentes de objetividad”.
Tras anunciar la nacionalización de las distribuidoras eléctricas Electropaz y Elfeo y las empresas de servicios CADEB y EDESER, Morales prometió una indemnización justa a la empresa española.
Decretó así “pagar el monto correspondiente a la totalidad del paquete accionario de la empresa Iberbolivia Inversiones SA”, cuyo valor será establecido por una empresa independiente en un plazo de 180 días.
Según datos del mercado, Iberdrola es propietaria del 63,4% de Iberbolivia de Inversiones –participada también por accionistas estadounidenses–, quien posee a su vez 89,5% de Electropaz y el 92,8% de Elfeo.
“Todavía no hemos recibido el decreto de nacionalización”, afirmó el sábado por la tarde el portavoz de Iberdrola, lamentando haber conocido la noticia por los medios de comunicación.
“Las relaciones de cooperación y entendimiento entre los dos países exigen información, colaboración y franqueza por ambas partes en el manejo de éste o cualquier otro asunto de interés común”, consideró por su parte la cancillería española.
AFP