El fiscal general ordenó el jueves trasladar a Mubarak a un hospital militar debido a un deterioro en su estado de salud, según una fuente de la oficina de la fiscalía.
Mubarak está condenado a cadena perpetua por la represión de la revuelta popular contra su régimen que causó unos 850 muertos.
Las radiografías revelaron que el expresidente tiene costillas rotas debido a una caída en la ducha el 15 de diciembre y sufre de acumulación de líquido en las membranas que envuelven los pulmones, afirmó el jueves por la noche la agencia Mena, citando un informe médico realizado a petición del fiscal.
Mubarak ya fue hospitalizado brevemente el 19 de diciembre para realizarle un escáner cerebral después del resbalón en la ducha.
La oficina del fiscal aseguró que el expresidente tendrá que volver a la cárcel de Tora, en las afueras de El Cairo, en cuanto termine el tratamiento.
La salud de Mubarak, un tabú bajo su presidencia, está sujeta a numerosas especulaciones e informaciones contradictorias desde que dimitió bajo la presión de una revuelta popular en febrero de 2011.
Durante todo el juicio compareció en una camilla y unas semanas después de ser condenado y trasladado a la cárcel de Tora padeció un ataque cerebral.
El pasado 19 de junio, la agencia oficial Mena lo dio por "clínicamente muerto", una información desmentida por fuentes médicas que aseguraron que estaba en coma.
Fuentes de seguridad afirman que padece depresión aguda, problemas respiratorios graves e hipertensión.
En marzo de 2010, cuando aún dirigía el país, Mubarak fue hospitalizado en Alemania para extirparle la vesícula biliar y un pólipo en el duodeno.
EFE