“De aceite, café y leche ya estamos surtidos, pero lo que no se consigue es la harina de maíz, pollo y azúcar”, dijo Amelia Conrado, quien asegura que en su casa no ha podido disfrutar del tradicional dulce de lechosa, porque no encuentra endulzante. “Ni papelón o azúcar morena he podido conseguir en ninguna parte”.
En un recorrido hecho por un supermercado, un mercado municipal y dos establecimientos del gobierno, se pudo constatar que la harina de maíz llega y vuela.
En el Bicentenario había llegado ayer harina Juana, igual que en Pdval, “pero la están vendiendo limitada”, dijo Honoria Domínguez, quien asegura que “con dos paquetes no puedo hacer hallacas para toda la familia”.
En un supermercado de La Atlántida, la Pan llegó ayer, pero debieron poner límite, porque la gente agarraba de hasta seis y ocho paquetes, “y no dejaban a nadie”, dijo uno de los despachadores, quien puso en fila a las amas de casa para que todas llevaran sus tres paquetes como máximo. En cuanto al pollo, en los supermercados se consigue, pero a casi Bs 40 el kilo, y en el Bicentenario no hay ni para remedio.
Carlos Padrón, quien buscaba pollo para las hallacas de la familia, aseguró que en un supermercado de Maiquetía, por dos pollos, le estaban cobrando Bs 180. Ayer hizo una maratónica cola en Pdval y logró comprar cuatro “por el mismo precio”.
DC/ÚN