Noriko Ishii, una desocupada de 43 años, que vivía en Izumi, oeste de Japón, “no alimentó a sus 160 perros que estaban hacinados en su casa llena de excrementos e inmundicias”, explicó la policía.
“Los perros estaban esqueléticos. Las autoridades los tomaron a su cargo y ya están recuperando el peso”, agregó la fuente.
Se necesitaron cinco camiones de dos toneladas para retirar la totalidad de excrementos y desperdicios de la casa, dijo la fuente.
La persona detenida es pasible de una pena de 500.000 yenes (unos 4.000 dólares) por maltrato a los animales.
DC/lapatilla