«Por una noche éste es el vestido más importante en todo el país», aseguró a Efe Melinda Machado, portavoz del Museo Nacional de Historia Americana, que estos días exhibe los vestidos que llevaron las primeras damas en los bailes inaugurales de sus esposos.
Su última adquisición: el espectacular traje de seda blanco en tejido de chifón, con flores blancas de gasa y pedrería, con un tirante del joven Jason Wu, que la primera dama escogió para los bailes de la investidura en 2009.
Un vestido que «siempre tendrá un lugar especial en mi corazón», aseguró la primera dama cuando lo donó al Smithsonian un año después para entrar a formar parte de la historia junto con los de sus predecesoras.
En estos cuatro años Michelle Obama ha sabido lograr un estilo que le sienta bien, dejando clara su propia personalidad apostando por colores atrevidos y con una marcada preferencia por las faldas y vestidos que ahora han empezado a emular sus hijas adolescentes.
Si Obama es el «Commander in Chief», la editora de la revista de moda Essence Magazine, Mikki Taylor, ha asegurado que la primera dama es «Commander in Chic» (la jefa de la elegancia).
Se ha convertido en un icono de estilo, con la habilidad de llevar modelos de alta costura propios de las grandes estrellas de Hollywood, pero también de inspirar al público con conjuntos más accesibles que ella misma ha reconocido que adquiere en tiendas de bajo coste.
Michelle usa firmas consolidadas como Michael Kors, Calvin Klein y Vera Wang, apuestas seguras para sus obligaciones como primera dama, pero también opta por jóvenes diseñadores como el propio Wu, Peter Som y Thakoon.
Sobre quién será el elegido en esta ocasión «no sabemos nada, no nos han dicho nada», dice Machado con una sonrisa, mientras explica que este segundo vestido ya no irá a parar a su colección sino que suele reservarse para exponerlo en las bibliotecas presidenciales.
Pese al misterio que rodea al traje, entre los nombres que se barajan están Michael Kors y Naeem Khan, Narciso Rodriguez o Prabal Gurung, pero «nunca se sabe». Ni siquiera Wu sabía que su modelo iba a ser el elegido aquel 20 de enero de 2009.
«La Casa Blanca a través de una boutique pidió a varios diseñadores que realizaran un diseño para la primera dama y de entre ellos se escogería el que elegiría para la gala», explicó Machado.
Cada una con su estilo, las primeras damas han marcado el mundo de la moda a su paso por la Casa Blanca y esa elegante pieza de noche que lucen acompañando a sus esposos en sus primeros pasos a la presidencia muestra también cómo han cambiado los tiempos.
«Jacky Kennedy tenía quién le hacía la ropa, tenía muchos gustos europeos y franceses; Hillary Clinton y Laura Bush trabajaron con diseñadores a los que conocían de su propio estado», indicó Machado, que apuntó que son dos de los más ricos de la colección.
La actual secretaria de Estado optó en 1993 por un vestido azul noche con cuentas y encaje de terciopelo en seda azul muselina que acompañó con un par de zapatos de raso de Bruno Magli y un bolso de Judith Leiber.
En el caso de Laura Bush (2001), trabajó con el diseñador Michael Faircloth, quien diseñó muchos de los conjuntos que vistió cuando su esposo era gobernador de Texas y para esa noche eligió un vestido de cuello redondo color rubí con encaje de Chantilly y bordado con cuentas de cristal.
La colección del Smithsonian incluye modelos de los años 20 y 30 como el de Eleanor Roosevelt (1933) atemporales que podrían ser usados en la actualidad; «parece increíble que hayan pasado cien años y sigan estando vigentes», aseguró Machado.
Se desconoce si Michelle Obama optará por un modelo clásico o moderno, un diseñador conocido o desconocido, lo que es seguro es que su vestido dará que hablar.
DC/Globovisión