La tormenta también causó desprendimientos de tierra que dañaron edificios y aislaron varias localidades de la costa del estado de Queensland, en el noreste de Australia, informaron medios locales.
El número de personas muertas por las graves inundaciones aumentó este miércoles a seis, tras el hallazgo por parte de la policía de dos cadáveres cerca de un coche arrastrado por las aguas, informan hoy los medios.
La policía encontró los muertos en Sandy Creek, cerca de Gatton, en el estado de Queensland. Estaban desaparecidos desde el domingo. Previamente, un niño murió al ser golpeado por un árbol y tres personas se ahogaron.
La situación mejoró hoy de manera significativa con el retroceso de las aguas, pero en Bundaberg, la ciudad más afectada, pasará tiempo hasta que los 7.500 evacuados puedan regresar a sus casas.
Unos 200 soldados ayudan a los residentes con las tareas de limpieza. La empresa de electricidad informó que aún hay 40.000 hogares sin luz en Queensland.
DC/DPA