El infante estaba en un arenal, y los perros se lo habían comido desde la cintura para abajo, a excepción de una pierna que se encontraba a menos de un metro de distancia de los restos.
Una vecina encontró el cuerpo a las 9.00 de la mañana, inmediatamente le dio parte a los cuerpos policiales.
Habitantes del sector aseguran que se trata de un bebé nacido, y aseguran que una mujer, complice del delito, abandonó el cadáver en el lugar.