El dueño del establecimiento, un criadero de cocodrilos, abrió la cerca el domingo para evitar una inundación después de que el cercano río Limpopo se desbordó.
Los cocodrilos aprovecharon la oportunidad y se dispersaron por todo lo largo y ancho de la región.
Uno de los animales llegó a un campo colegial de entrenamiento de rugby ubicado a más de 100 kilómetros de distancia.
Algunos cocodrilos han sido atrapados pero se desconoce el paradero de por lo menos la mitad de ellos.
DC/BBC Mundo