Los familiares explicaron que Bracho estaba preso desde hace 11 años, por un delito que según ellos no cometió. «Cuando lo acusaron de haber violado a una niña de 18 meses no supimos que hacer, sabiamos que era mentira, que él no sería capaz de algo como eso. Sin embargo la justicia venezolana lo encontró culpable y lo condenó».
Los días de calvario para la familia estaban contados, solo un mes separaba a «Papi» de su liibertad plena, pero le quitaron la vida sin que el sueño se materialzara. «Uno de los membros del carro acusó a Papi de haberle roboado sus pertenencias a uno de los visitantes que entró a la cárcel el domingo. Lo oacusaron con el pram y este no lo pensó dos veces para dispararle», dijo una de los familiares que no se identificó.
El cuerpo de Bracho lo trasladaron hasta el Hospital Universitario de Maracaibo, ddonde perdió la vida poco después. El infortunado no dejó hijos.