Victoria se sincera en un entrevista en la edición británica de la revista «Elle» de marzo que saldrá a la venta el próximo miércoles y en la que la «spice pija» posa en portada vestida de Burberry dispuesta a confesar sus debilidades, adelanta este lunes el diario «The Daily Telegraph».
«Cuando estaba en el escenario con las Spice Girls, pensaba que la gente estaba allí para ver a las otras cuatro y no a mí. Y cuando salía con David y la gente hacía fotos pensaba que sólo les interesaba él», afirma la diseñadora de 38 años, que siempre ha portado el estigma de antipática.
Ahora, la madre del polifacético clan Beckham -el primogénito ha hecho pruebas en el Chelsea y el pequeño Romeo es modelo de Burberry- asegura tener la sensación de «pertenecer» por fin al mundo de la moda y ser tomada en serio tras haber dejado atrás su carrera musical.
«Nunca fue mi intención demostrar a nadie que estaba equivocado. Quería probarme a mí misma que podía hacerlo. No es que tenga que trabajar, es que quiero hacerlo», explica Victoria en la entrevista.
La diseñadora podría dejar Los Ángeles (EEUU) y fijar su residencia en Londres por motivos laborales, ya que la diferencia horaria al otro lado del Atlántico dificulta el control sobre su trabajo, algo que, según reconoce, le obsesiona.
«Soy una obsesa de control y a veces es difícil para mí, porque quiero encargarme de cada pequeño detalle. No puedo desconectar», lamentó Victoria.
Sobre su posible regreso al Reino Unido, afirmó sentirse «emocionada» ante la «nueva etapa» que se abre para su familia, después de que David Beckham haya terminado a final de año el contrato que le vinculaba a Los Angeles Galaxy.
DC/Globovisión