Los infortunados se encontraban con la esposa y el hijo de Eduardo, cuando los desconocidos irrumpieron en la humilde residencia y los forzaron a salir, una vez en el exterior los asesinos les propinaron dos tiros a cada uno de ellos en la cabeza.
Rigoberto Bracho, hermano de Orlando, explicó que desconoce si tenían algún problema, ya que no tenían comunicación. «La última vez que nos vimos fue en diciembre, en esa oportunidad me comentaron que estaban viviendo en esa parcela y cultivaban yuca, luego de eso no supe más de ellos», contó a las afueras de la morgue.
Fuentes extraoficiales informaron que presuntamente, Eduardo pertenecía a una banda de ladrones de carro, y desde hacía unos meses se estaba escondiendo en la casa de su padre, sin embargo esta versión no fue confirmada por los familiares de las víctimas.
Orlando Bracho dejó cinco hijos, siendo Eduardo el penúltimo.
DC