Fuentes policiales indicaron que el infortunado llegó a la zona para comprar droga, entró a la casa y una vez que adquirió lo que iba a buscar salió del lugar. Afuera de la residencia lo estaba espertando una de los jíbaros, quien le exigió a Rodríguez que le dejara la bicicleta.
El infortunado se negó, le explicó al distribuidor de drogas que él estaba cancelando la mercancía que se llevaba, por lo que no estaba obligado a entregarle nada. El jíbaro, quiein no fue identificado por los habitantes de la zona por temor a represalías, se enojó ante la negativa, y sin dudarlo, sacó el arma de fuego que tenía en su poder y le disparó al infortunado cuando trataba de escapar.
El cuerpo de Rodríguez quedó tendido en la vía publica, mientras se desangraba, ninguno de los habitantes se atrevió a darle ayuda. Minutos después llamaron a la policía, quien custodió la escena del crimen hasta la llegada de los sabuesos del Cicpc.
Familiares del infortunado llegaron al lugar al enterarse de la mala noticia. La madre y hermanos de Rodríguez dijeron desconocer lo que había pasado y no ofrecieron detalle sobre la vida del infortunado.