Oniel Pérez y Jesús Escalante estaban esperando los resultados de las elecciones presidenciales cuando fueron asesinados, presuntamente por una confusión.
Pérez era un cubano de 43 años, quien trabajaba en un trailer de comida rápida y dejó a tres hijos y una mujer embarazada. El resto de sus familiares están en Cuba.
Jesús Efraín Escalante Rico tenía solo 23 años. Era mesonero de un restaurante en Valencia y dejó una niña de cuatro años. Ninguno de los dos pudo observar cuando la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, informaba la victoria de Nicolás Maduro.
DC/ Noticias24Carabobo