La auditoría, cuyos términos fueron anunciados por el CNE el sábado, más de una semana después de que el ente comicial se comprometiera a realizarla a petición de Capriles, no incluirá el punto que la oposición consideraba clave para demostrar supuestas irregularidades: la revisión de los cuadernos electorales, que contienen el padrón electoral.
Tras los comicios del 14 de abril, en los que resultó ganador el oficialista Nicolás Maduro por 1,49 puntos porcentuales, Capriles supeditó su reconocimiento a los resultados de la auditoría.
Sin embargo, el líder opositor ha reiterado en los últimos días que no acompañará una auditoría «chimba» (mal hecha) y ha explicado que cualquier revisión del proceso electoral sin acceso a los cuadernos de votación sería «una farsa».
En vista de la decisión del CNE, que el sábado dijo que las exigencias de Capriles para la auditoría son «imposibles» de aprobar puesto que «no están previstas en el ordenamiento jurídico», la oposición impugnará en los próximos días los comicios ante la justicia, como el mismo líder anunció el pasado jueves ante la tardanza del CNE en anunciar las condiciones de la auditoría.
Por su parte, ni Maduro ni su gabinete se han pronunciado en los últimos días sobre el proceso del CNE.
El cronograma de la auditoría comenzará a correr este lunes con una reunión técnica del órgano electoral y de los partidos políticos que decidan participar, en la que se definirá la muestra aleatoria a auditar del 46% de las mesas que no fueron sometidas a revisión el mismo día de la votación.
Según el reglamento electoral, 54% de las mesas ya fueron sometidas a auditoría el mismo día de los comicios, en un proceso que incluía abrir las cajas, contar los comprobantes de voto (papeletas) y comparar el resultado del conteo con el acta de escrutinio transmitida de forma electrónica al CNE.
Asimismo, la auditoría verifica que el número de votantes que firmaron el cuaderno de votación coincida con el número de votos emitidos, pero no una revisión cualitativa de esos cuadernos, en la que se puedan verificar las firmas y huellas de cada elector.
Capriles ha denunciado que hay «muertos (que) aparecen votando» en los comicios y otras irregularidades que sólo pueden ser verificadas si se revisan uno a uno los cuadernos, que tienen «la prueba de que el voto se corresponde con quien lo ejerció».
La prensa local cita este lunes fuentes del comando opositor que aseguran que son conscientes de «que las actas (electrónicas de escrutinio) dicen lo que dicen los comprobantes (papeletas)» y que por tanto la auditoría «limitada» del CNE saldrá limpia, al no incluir la revisión de los cuadernos.
Los rectores del CNE también han adelantado que la auditoría «por ningún motivo afecta los resultados electorales emitidos» el 14 de abril.
El recuento de votos, que se espera culmine a comienzos de junio, empezará propiamente el 6 de mayo y se realizará en tres ciclos de diez días cada uno, una vez se definan las muestras a revisar y se pongan a punto otros aspectos técnicos.
Crisis abierta
Para el Observatorio Electoral Venezolano (OEV), al tomar el CNE la decisión de «llevar a cabo el trabajo de auditoría demandado -pero excluyendo la revisión de los cuadernos de votación-, deja abierta la crisis post-electoral».
La decisión del ente comicial «no es suficiente para aclarar las dudas razonables presentadas por el candidato Capriles, respecto al resultado de los comicios», estima esta organización que supervisó el desarrollo del escrutinio.
La violencia que se vivió en el país durante las protestas opositoras posteriores a los comicios dejó nueve muertos, de los que el gobierno culpa a Capriles.
Precisamente este lunes será presentado en tribunales el ex general y dirigente opositor Antonio Rivero, detenido el sábado por presuntamente haber organizado una protesta de estudiantes tras las elecciones, en un acto que la oposición considera «de persecución a quien piensa distinto».
La impugnación
Según la ley electoral, Capriles tiene plazo hasta el 6 de mayo para impugnar los resultados electorales ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anticipó el viernes que hará efectiva la demanda esta misma semana.
Según el líder opositor y gobernador del estado Miranda, la idea de impugnar el proceso es que los comicios se repitan, así sea de forma parcial en las mesas donde se prueben irregularidades.
El diario opositor Tal Cual destacó por su parte que de la impugnación ante el TSJ no debe esperarse «ningún resultado concreto» ante la «impunidad jurídica» venezolana.
En paralelo, Capriles y otros líderes de la MUD han hablado de acudir a organismos internacionales a denunciar lo que el líder opositor ha catalogado de «robo» en las elecciones.
DC/Últimas Noticias