Tras ser condenado a 40 años y dos meses de cárcel por su papel en este plan de corrupción, y en un intento por rebajar su pena, Valerio prestó declaraciones ante la fiscalía que involucraron directamente a Lula en el plan de corrupción, según informó en diciembre pasado el diario O Estado de Sao Paulo.
«El Ministerio Público federal pidió a la policía federal que abra una investigación para indagar algunos de los hechos descritos por el empresario Marcos Valerio Fernandes de Souza en declaración prestada a la Procuraduría General de la República en septiembre de 2012», señaló una nota de la fiscalía divulgada en su sitio web.
«El empresario afirma que se habrían transferido siete millones de dólares por parte de la proveedora de Portugal Telecom en Macao (China) al PT, a través de cuentas bancarias en el exterior», añadió la nota.
Valerio acusó a Lula y a su exministro de Finanzas Antonio Palocci de negociar el traspaso ilegal de dinero para el PT con el entonces presidente de Portugal Telecom, Miguel Horta, según declaraciones del empresario reveladas en diciembre por el diario Estado.
El dinero habría llegado a través de cuentas bancarias de publicistas que trabajaban en campañas del PT, dijo Valerio.
Valerio sugirió además que Lula sabía del ‘mensalao’ y pagó gastos personales con dineros de este esquema de corrupción.
El popular exmandatario, una activa figura de la política brasileña, negó siempre conocer el plan de corrupción y fue excluido del juicio del ‘mensalao’, que concluyó en diciembre pasado.
«La posibilidad de que la imagen de Lula sea afectada sí existe. Tal vez es verdad o sólo es una mentira más, pero se tiene que saber a final de cuentas. Lula es una figura política y es necesario que se sepa todo lo que él hizo o sabía», señaló a la AFP el politólogo de la Universidad de Brasilia Everaldo Moraes.
Hasta ahora, Lula «consiguió quedar fuera de sospechas, aunque se especula mucho sobre su rol», planteó Moraes, señalando sin embargo que está por verse si la policía y la fiscalía «van a tener realmente interés en investigar».
La popularidad de Lula, un exobrero metalúrgico y fundador del PT, está basada en el fuerte enfoque social de su gobierno, que sacó a unos 30 millones de brasileños de la pobreza, una política continuada por Rousseff.
DC/ AFP