El secuestro y violación de la pequeña durante dos días, la semana pasada en Nueva Delhi, avivó la ira de los habitantes, horrorizados ante la reiteración de hechos sórdidos, pocos meses después de la muerte de una estudiante tras una violación colectiva en un autobús.
Varias manifestaciones se produjeron el fin de semana, en las que también se criticó el rol de la policía.
«Debemos considerar las manifestaciones como parte integrante de nuestro compromiso democrático. Debemos ser sensibles a la cólera de la población», dijo el ministro Khurshid a la cadena NDTV.
«Algo terrible ocurre en nuestra sociedad. Hay que analizarlo, hay que estudiarlo, hay que exponerlo».
La niña de 5 años, cuyo estado era estable, está internada en el mejor hospital público de la capital federal india por las graves heridas internas que le infligió durante su secuestro un vecino de 22 años, empleado de un taller de confección y detenido el sábado.
AFP