Expreso mi solidaridad y más sentido pésame a las familias que lloran a sus seres queridos.
Al final de la misa en la que confirmó a 44 jóvenes, Francisco condujo el rezo del Regina Coeli con los miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro en un día de sol radiante.
Antes del rezo, el papa habló de la oración mariana del tiempo de Pascua.
La Virgen María nos enseña lo que significa vivir en el Espíritu Santo y lo que significa para aceptar la novedad de Dios en nuestras vidas, aseguró.
Y recordó que Ella concibió a Jesús por el poder del Espíritu Santo y todos los cristianos, cada uno de nosotros está llamado a aceptar la Palabra de Dios, para aceptar a Jesús en sí mismo.
Después rezó el Regina Coeli, saludó a todos los peregrinos y les deseó un feliz día y buen almuerzo, como es ya habitual.
Y se dio el habitual baño de multitudes a bordo del papa móvil con el que recorrió la plaza de San Pedro besando a los niños que le acercaban sus padres, enfermos que aguardaban en sillas de ruedas y peregrinos que trataban de darle la mano.
DC/ EFE