Oremos todos por nuestros hermanos de Irán, dijo el Papa tras manifestar su cercanía a las poblaciones afectadas por la calamidad.
Un fuerte sismo de magnitud 6,1 golpeó el martes una zona rural del sur de Irán, a menos de 100 km de la ciudad de Bushehr donde se halla la única central nuclear iraní, que no resultó dañada, causando al menos 37 muertos y 800 heridos, según un balance provisional que podría incrementarse.
Es habitual que el pontífice manifieste su solidaridad durante las ceremonias públicas a las personas o los países que han sufrido recientemente catástrofes naturales, como ha sido el caso de Irán.
DC/ AFP