El coordinador de Salas de la institución, Carlos Díaz, creador de este proyecto piloto, calificó la jornada como exitosa al superar la meta inicial de 100 libros ofertados por la Biblioteca.
Díaz, reiteró el compromiso de la institución de estimular la promoción de la lectura a través de este tipo de programación, la cual podrá volverse a instalar en aproximadamente un mes.
El barco de los libros llegará a puerto cada mes con el objetivo de rescatar los textos que permanecen guardados y olvidados en las casas, exaltó.
María Alejandra Saavedra, una de las usuarias que visitó el Puerto Cambalache, celebró el encuentro. Este tipo de jornadas permite la acción permanente de la lectura. Si cambiamos 2 o 3 libros, al cabo de un mes podríamos venir a reemplazarlos por otros títulos y así contribuir a la promoción del conocimiento, explica.
La regla básica del programa seguirá siendo que no se aceptarán libros en estado de mutilación (rotos), enfermos (con hongos) y tampoco textos escolares, de programación y computación porque son ejemplares que pierden vigencia en el tiempo.
DC/ Prensa Biblioteca Pública María Calcaño