«Tan pronto como nos enteramos, reemplazamos el camello con uno más grande y más hermoso», declaró un funcionario local maliense a la agencia de noticias Reuters.
«Enviaremos el nuevo camello a París. Estamos avergonzados de lo que ha pasado. Fue un regalo que no merecía este final».
Las autoridades de Mali habían obsequiado a Hollande con el animal en una visita del presidente galo a la ciudad de Tombuctú a principios de febrero, poco después de la intervención militar francomaliense que arrebató el control de la ciudad a los grupos armados islamistas.
El joven animal interrumpió el recibimiento al presidente francés con sus berridos, que no dejaban escuchar el discurso de un oficial maliense, tal vez adelantándose a la fatalidad que estaba por venir.
Hollande dejó entonces el camello al cuidado de una familia local en Tombuctú, mientras las autoridades francesas decidían qué hacer con el animal.
DC/BBC