Urosa se refirió a denuncias de organizaciones y agrupaciones políticas sobre una supuesta persecución por parte del oficialismo de empleados públicos contrarios al Gobierno en las instituciones del Estado.
«Eso hay que detenerlo de inmediato, debe cesar inmediatamente», indicó el purpurado venezolano.
Señaló que «no se puede pensar en un diálogo con el país» mientras personas en organismos de Gobierno «estén persiguiendo a los venezolanos que allí trabajan simplemente porque haya una sospecha de que haya votado por una opción distinta a la del Gobierno».
Indicó que la Constitución «es muy clara» al consagrar los derechos políticos de todos los venezolanos y por ello «no es posible que un funcionario público sea perseguido simplemente por tener una opinión política diversa».
El arzobispo de Caracas destacó la llamada al diálogo del presidente Nicolás Maduro, pero advirtió de que las conversaciones pasan por «el reconocimiento del otro, el reconocimiento de las diferencias y el deseo sincero de buscar una solución de conjunto».
Maduro, que ganó las elecciones del 14 de abril por un ajustado margen, volvió a afirmar este lunes que está dispuesto a hablar «hasta con el diablo», aunque «cuando haya tiempo para eso».
El opositor Henrique Capriles, que no reconoce la victoria de Maduro porque a su juicio hubo irregularidades en el proceso electoral, reclama el recuento del cien por cien de los votos.
El cardenal subrayó que en un momento difícil en el que el país está «sumamente polarizado» y hay «serios cuestionamientos» del proceso electoral del pasado 14 de abril es necesario que haya un diálogo que permita superar una situación que «a todas luces es bastante complicada».
Urosa también se refirió a las palabras del papa Francisco, quien días atrás manifestó que estaba «muy preocupado» por la situación en Venezuela, e invitaba a los responsables políticos del país a buscar el diálogo y a rechazar la violencia.
«Me he sentido muy, pero muy satisfecho de esa llamada que nos hace el papa Francisco a todos los venezolanos para encontrarnos como hermanos para que
podamos salir de una manera justa y pacífica de una crisis política que es ciertamente muy fuerte», indicó el cardenal.
El oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) rechazó este lunes las acusaciones de supuesto acoso laboral contra funcionarios públicos opositores, pero afirmó que los empleados que hagan actos de «terrorismo» deben pagar.
El opositor partido Voluntad Popular tildó ayer de «fascista» al ministro venezolano de Vivienda, Ricardo Molina, en reacción a un vídeo en el que el funcionario afirma que no le importan las leyes laborales y no tolerará que nadie critique al Gobierno y llama a los trabajadores que simpaticen con la oposición a que dimitan o él mismo los echará.
DC/Globovisión