En lugar de usar una toalla con malla que causa alergia, tienen la opción de reutilizarla y así no entran en el ciclo comercial del «capitalismo salvaje».
En la investigación realizada por las mujeres que creadoras de este producto, aseguran que los ancestros usaban este método y que una vez lavada la toalla el agua era reutilizada como abono para embellecer al jardín.
En distintos tamaños y con varias lonas de algodón evita que el sangrado pase a la ropa.
DC/La Patilla