El hombre la degolló con un exacto la noche del lunes, cerca de su vivienda en la calle 113 con avenida 25 del barrio El Progreso en Haticos por Arriba, donde estaban alquilados.
Elaine Torres aún no creía la muerte de su hermana. Sentada en uno de los muebles de la sala velatoria, manifestó que en varias oportunidades denunció a Cotez ante las autoridades por los abusos que cometía en contra de su hermana. Pero la policía nunca hizo nada.
Al año de estar juntos, él (Cotez) la comenzó a golpear frecuentemente. Una vez la hizo abortar luego de una golpiza y la violaba.
Los malos tratos se extendían a sus hijas, una de 8 y otra de 3 años, a quienes les decía que se mordieran y les tiraba hormigas. En una oportunidad se metió en el baño cuando la niña se estaba bañando.
La relación de la pareja terminó hace año y medio, pero el asesino nunca se resignó. Continuó insistiendo, aunque ya Eleana luego de tres años y medio de amores estaba cansada de maltratos.
Ella hablaba conmigo y me decía que era una persona violenta y que por esa razón ya no quería más nada. Nunca habló de reconciliación, eso solo estaba en la mente de ese hombre.
Sin embargo, la joven creyó que ayudándolo a conseguir un empleo lo haría cambiar. Algunos fines de semana lo invitaba a la iglesia cristiana, donde ella asistía.
Hace seis meses en la iglesia conoció a Jonathan González. El joven contó que fue un amor que surgió de repente.
Eleana trabajaba en el Hotel Venetur y pronto iniciaría la carrera de enfermera en el IUTEPAL.
DC
Jonathan González junto a Elaine, hermana de la víctima, exigieron a las autoridades justicia por el crimen de Eleana