AP informó este lunes que la decisión podría estar relacionada con una investigación para conocer quién reveló a la agencia datos sobre una operación de la CIA en Yemen que frustró un atentado en mayo de 2012.
La agencia ha calificado el incidente como una intromisión masiva y sin precedentes en el trabajo de los periodistas. No hay justificación posible para una recolección tan amplia de las comunicaciones de AP y sus reporteros, afirma el presidente de la agencia, Gary Pruitt, en una carta enviada este lunes al Fiscal General, Eric Holder.
Pruitt explica que los historiales de llamadas tienen el potencial de revelar comunicaciones con fuentes confidenciales involucradas en todas las actividades de AP durante un período de dos meses, dar a conocer el protocolo de funcionamiento de la agencia, así como información sobre actividades y operaciones que el Gobierno no tiene ningún derecho a conocer.
El Gobierno ha tenido acceso al historial de llamadas durante los meses de abril y mayo de 2012 de hasta 20 líneas telefónicas en tres de sus oficinas, entre ellas las de Nueva York y Washington, donde trabajan más de 100 personas, según informa AP, que recibió el pasado viernes una notificación del Departamento de Justicia sobre estas actividades.
La agencia asegura que no han recibido respuesta gubernamental en cuanto a la razón para obtener esta información, pero lo relacionan con la investigación que lleva a cabo el Fiscal General en torno a la fuente que reveló a AP información sobre una operación de la CIA que frustró un atentado en el primer aniversario de la muerte de Bin Laden. En la lista de llamadas estarían las realizadas por los cinco reporteros y el editor que trabajaron en aquella noticia.
La Casa Blanca aseguró este lunes, a través de su portavoz, Jay Carney, que desconoce cualquier intento del Departamento de Justicia para obtener tal información de AP.