Eran las 7.00 de la noche cuando Mendoza se reunió con sus compañeros en un taller mecánico a cuatro cuadras de su casa. Compraron una botella de ron y se sentaron a conversar.
Apenas había pasado una hora desde que comenzaron a tomar, cuando llegaron dos hombres a pie. Uno de ellos se paró frente al grupo y dio la voz de alto, segundos después le disparó y escapó del lugar.
Los amigos del infortunado lo montaron en uno de los vehículos y lo trasladaron de emergencia hasta la emergencia del Hospital Adolfo Pons, donde ingresó sin signos vitales.
La víctima era chofer de la línea de por puesto de Bella Vista, y de noche trabajaba como taxista. los familiares del infortunado se negaron a dar detalles sobre lo sucedido.