La mujer de 29 años, quien era abogada y trabajadora del Cicpc, fue asesinada la tarde del martes por su esposo Carlos Novoa (37), quien después de disparar en contra de la mujer se suicidó.
Vecinos de la pareja relataron que Yaniré y Carlos habían tenido problemas y por eso se separaron un tiempo. Sin embargo hace cerca de un año se reconciliaron.
Nosotros sabemos muy poco de ellos. El señor era muy educado, lo veíamos entrar y salir todos los días. A veces dejaba el camión afuera, pero luego salía a guardarlo, relató una vecina que no se identificó.
La mujer contó que anterior a la separación, Yaniré había sido víctima de maltrato doméstico al menos en tres oportunidades. Al menos tres veces pasó que veíamos unas luces de patrulla en el frente de la casa y cuando salíamos los policías estaban en la casa de ellos.
Los padres de Coy viven a una cuadra de su residencia, se conoció que el padre de la abogada iba hasta la casa del matrimonio y la defendía, era él quien llamaba a la policía cuando Carlos la agredía físicamente. Sin embargo después de la reconciliación los vecinos no supieron que volvieran a pelear de esa manera.
La tragedia
Coy estaba en su casa ubicada en la urbanización El Caujaro de San Francisco, preparando una fiesta para su hijo que cumplía cinco años. La acompañaba una vecina cuando llegó Carlos, quien le pidió a la amiga de su esposa que fuera a la habitación. Una vez solos sacó un arma y le disparó a la mujer, luego se suicidó.
El hijo del matrimonio estaba en la casa de la vecina cuando escucharon las detonaciones. Asustado el niño le dijo a la mujer que se trataba de su padre. Cada vez que ese niño llegaba a la casa se venía para acá a jugar con los perros y con la niña de acá, ayer hizo lo mismo, estaba adentro cuando escuchó el disparo. Nosotros le dijimos que eran unos cohetes y lo llevamos al cuarto para que juagara con la computadora.
Los cuerpos de Coy y Novoa quedaron tendidos en el porche de la residencia. Poco a poco los familiares de la mujer y los habitantes del sector fueron llegando al lugar para ver que ocurría.
El niño se asomó a la ventana y dijo hay bastante gente, nosotros lo persuadimos y le explicamos que era por su fiesta. Dentro de su inocencia se alegró al pensar que se trataba de una fiesta sorpresa relató la dama.
Atemorizada
La amiga de Coy, estaba en la habitación, como se lo pidió Carlos, cuando escuchó la primera detonación. Rápido salió alarmada por el disparo y vio como Novoa le daba el último disparo a su mujer.
Antes de que ella pudiera intervenir, vio como el comerciante se colocó el arma en el mentón y la accionó, mueriendo en el acto.
Ella estaba muy nerviosa, tuvieron que llevarla al hospital donde los médicos le colocaron un calmante y la enviaron de nuevo a su casa a descansar expresaron los habitantes de la zona.
La testigo se negó a dar declaraciones a la prensa.