Fariñas atribuyó el retraso en aprobar la ley «a lo técnico del tema», situación que requiere realizar muchas consultas a la Fuerza Armada y demás entes involucrados.
«Esto (el desarme) es un problema apremiante, complejo, pero debemos entender que la ley por sí sola no es una panacea», aclaró el diputado Fariñas, quien sostuvo que a nivel mundial hay una reflexión sobre el desarme.
El diputado Juan Carlos Caldera también sostiene que es por problemas netamente operativos que se ha alargado la aprobación de la ley desarme.
Caldera dijo que se está trabajando a un ritmo de 20 artículos aprobados en cada sesión. Admite que hubo dos grandes debates a nivel de comisiones, uno de los cuales es el relativo a las «alcabalas administrativas» que desde el Ministerio de Interiores y Justicia se le imponían a la Fuerza Armada para el control de las armas.
Y la segunda discusión fuerte fue si se eliminaba o no el porte de armas para personas naturales, recordó Caldera. «La visión que mayoritariamente se acogió fue mantener el porte de armas pero con restricciones», destacó.
En cuanto a las políticas de desarme, tanto Caldera como Fariñas coinciden en que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) es el órgano rector en esa materia, porque así lo dice el artículo 324 de la Carta Magna.