En la entrevista, la cual es reseñada por el diario como «la primera primera a un medio internacional desde su elección», Maduro afirmó que la oposición busca «destruir la democracia e imponer un proyecto totalitario» y que, a su vez, busca «arrollar» la socialdemocracia y a la democracia cristiana del país. Ante esto, dijo presentarse como el garante de la democracia para impedir en Venezuela un nuevo Pinochet.
Maduro también justificó su corta ventaja en las elecciones presidenciales del 14 de abril debido a que partía de cero tras anunciar la muerte de Hugo Chávez el pasado 5 de marzo, el alma de la revolución bolivariana. Hemos ganado 17 de las 18 elecciones de los últimos 14 años y afrontamos la más difícil, porque estábamos sin el comandante Chávez, señaló.
También tuvo palabras para el gobierno estadounidense, al que exigió respeto. Según Maduro, «Estados Unidos no nos respeta».
Estados Unidos está gobernado por un aparato militar-industrial, mediático y financiero y que su presidente, Barack Obama, quien sonríe pero bombardea, solo tiene una imagen diferente a la de su predecesor, George W. Bush, lo que sirve mejor a los intereses de dominación mundial de Estados Unidos.
Igualmente, aprovechó la entrevista para justificar las buenas relaciones del país con gobiernos considerados dictatoriales como el de Gadafi en Libia, el de Al Asad en Siria, Lukashenko en Bielorrusia y Ahmadineyad en Irán.
Por un lado hay un mundo imperial, unipolar, y por otro surge un mundo pluripolar, multicéntrico, en equilibrio, que representa la prolongación de la visión de nuestro libertador, Simón Bolívar
Agregó que Venezuela cree en este mundo sin imperios e indicó que las amistades con Gadafi fueron durante años compartidas por el anterior presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. En cuanto a Siria, Maduro mencionó que la situación del país es fruto de una intervención extranjera que ha provocado una guerra civil.
DC/EFE