El dirigente zuliano hizo hincapié que la actual coyuntura por los resultados electorales, no debe impedir el avance en la modelación y creación de escenarios que nos conduzcan a victorias que serán determinantes a mediano plazo.
En otro orden, considera conveniente el acercamiento entre el Gobierno y el sector empresarial y explicó que que es fundamental una alianza clara y transparente del Gobierno con el sector privado.
Considera que la aplicación del actual modelo sólo ha traído ruina económica, hundiendo en la pobreza, el atraso y la miseria a los pueblos.
– ¿Cómo ve desde el exterior Manuel Rosales la situación de Venezuela?
– Primero déjeme aclararle que estoy afuera sólo físicamente, porque mi mente y mi corazón no se marcharon. Lo que le digo no es retórica. Todos los días trabajo y mantengo comunicación frecuente con los miembros de mi partido, desde los dirigentes hasta con las bases, sigo palmo a palmo lo que sucede en Un Nuevo Tiempo y en Venezuela.
El exilio nos permite tener una nueva lozanía en la mirada y mayor intensidad para pensar y calcular el juego político. Estoy siempre observante y analizando lo que ocurre en el país, revisando y leyendo nuestra historia y los fenómenos sociales políticos y económicos de nuestro continente, y de otros países que nos sirven de enseñanza y ejemplo para la lucha.
Actualmente estamos jugando al caos. Lo alerté el jueves pasado, esa situación es en extremo peligrosa, porque es un caldo de cultivo para que surjan gorilas y tiranías que matarían definitivamente la democracia en el país. Debemos tener bien claro que existe una Constitución y ésta no puede ser suplantada con interpretaciones ni subterfugios que pretendan violar lo que está escrito en nuestra Carta Magna.
– Venezuela ha sido noticia principal por todos los hechos de violencia que se han suscitado entre el gobierno y la oposición a raíz de la situación planteada luego del 14 de abril. ¿Qué salida ve usted a esta confrontación que parece eterna?
– Existen dos fuerzas claramente definidas, ninguna puede aplastar a la otra y es iluso no reconocerlo. Por ello, lo importante es escuchar la voz del pueblo, que está cansado de esta situación de enfrentamiento, que reclama paz, progreso y que quiere que se le atiendan y resuelvan sus problemas.
Hay que exigir al Gobierno que se ocupe de gobernar y hacer funcionar las instituciones, para enfrentar el drama diario de los venezolanos, que viven arrinconados por la inseguridad, y que están agobiados por los malos servicios y la escasez.
Sé que Venezuela siempre tendrá por delante, a pesar de todas las dificultades, un claro amanecer. Somos un pueblo demasiado grande para dejar de soñar. No estamos condenados al desastre como algunos quieren hacernos creer.
– ¿Y en el plano político cómo se pueden dirimir esas diferencias?
– En la política, la democracia se expresa por la libertad que existe para hacer oposición a las fuerzas que tienen el poder del Estado. No es por generosidad ni por benevolencia de la fuerza gobernante. El verdadero demócrata acepta la discusión, el disenso y a la oposición, que si no la tiene la crea. En consecuencia el gobernante debe mostrar su éxito en el fruto del trabajo y no en represalias. Es muy fácil alabar y premiar a quienes piensan igual que nosotros. Defender y respetar los derechos de los que piensan distinto es el reto.
– ¿Cómo pueden convocarse y se puede participar en unas elecciones municipales, si para una parte de los venezolanos aún no se ha resuelto el problema de las presidenciales?
– La oposición no sólo debe concentrarse en la actividad política del día a día sobre la reciente elección presidencial. Debemos avanzar en la modelación y creación de escenarios que nos conduzcan a victorias que serán determinantes a mediano plazo.
Es fundamental trabajar y conquistar con una base sólida el caudal electoral obtenido, un porcentaje de esa votación fue aluvional y sorpresiva, porque nace como una protesta por la grave situación de la escasez la inflación, desempleo, apagones y la inseguridad. No sólo debemos consolidar esa votación sino avanzar, crecer en la captación de voluntades que todavía permanecen del lado oficialista.
– ¿Cómo hacer eso que usted dice?
– La idea es ganar las elecciones municipales e ir escuchando las preferencias en los ciudadanos, moviéndonos en el plano general y en medio de esta situación de infinitas aristas que se presentan en el país. Es necesario un mensaje diferenciador que presente la real situación y haga visible las debilidades del país y las precarias condiciones de vida que sostienen la mayoría de ciudadanos.
Pero el punto de quiebre, la gran batalla será ganar contundentemente la mayoría en la Asamblea Nacional, para poder generar los equilibrios y contrapesos en todos los poderes. Para vencer debemos trabajar desde la base desde este momento, llevando el mensaje político a donde quiera que estén los votantes. Es una propuesta política de cambio para todos, no para un grupo.
– El venezolano, como dijo usted, está cansado del constante enfrentamiento. Por otro lado muchos piensan que las cosas no van a cambiar.
– En Venezuela en los últimos tiempos vivimos en un diálogo de sordos a partir de una permanente confrontación que genera el Gobierno. La razón es aparentemente ideológica o partidista, ocasionando posiciones que terminan siendo radicales en todos los sectores. Es inaudito y se hace un terrible daño al país que todas las ideas, propuestas y razonamientos terminen siendo insalvables, ya que cada quien permanece estancado en sus posiciones, pretendiendo poseer la verdad y hablando en nombre de esa verdad.
Hay que tener paciencia. Esta lucha ha sido larga y dura, pero ha dado sus frutos. En 2006 emprendimos la ruta del voto, rescatamos su valor. Al año siguiente evitamos, mediante el voto, que se realizara una reforma constitucional, ganamos gobernaciones y alcaldías. Volvimos a la Asamblea y los resultados del 14 de abril demuestran que el pueblo quiere el pueblo quiere un cambio de este modelo fracasado que nos gobierna. El pueblo sabe que el progreso será ficticio, mientras estemos divididos y prevalezca la violencia.
Problemas económicos se deben a la aplicación de un modelo fracasado
– La crisis económica que atraviesa el país ha puesto a dialogar, por así decirlo, al Gobierno con el sector empresarial. ¿Qué opina al respecto?
– El Gobierno tiene la obligación de asumir con seriedad el tema económico y rectificar su equivocada política. Debe hacer un manejo serio de la política fiscal, monetaria y cambiaria, moderar los controles y eliminar una parte de las excesivas regulaciones que entorpecen y asfixian a la actividad productiva privada.
Me parece saludable que el presidente Maduro y su Gobierno hayan iniciado un diálogo con el sector privado y haya anunciado un viraje económico para tratar de salir de crisis actual. Es una estrategia o táctica que es vista como una señal sensata, un signo de ese diálogo posible con el que casi todo el mundo dice estar de acuerdo, es decir, los que mandan y los mandados.
– No obstante, aún persiste el discurso que culpa de toda la escasez y la inflación a la voracidad del sector privado.
– Acusar a los empresarios y a los consumidores de ser responsables de la inflación y la escasez por especular y acaparar los primeros, y por hacer compras nerviosas los segundos, es un argumento engañoso que pretende echarle la culpa a otros en vez de dedicarse a gobernar con seriedad.
Todos los problemas económicos obedecen a la política terca e irresponsable en la aplicación de un modelo de atraso que ha fracasado en todos los países, donde lo han aplicado y que sólo ha producido como resultado la destrucción de la producción y de la productividad, inflación, escasez, desempleo masivo y salarios miserables. En fin, el atraso y la miseria a los pueblos.
– ¿Usted piensa que este acercamiento es sólo para solventar esta difícil coyuntura, o puede realmente haber una relación duradera en beneficio del país?
– Yo eso no lo puedo saber. Lo que sí considero es que es fundamental una alianza clara y trasparente del gobierno con el sector privado. Establecer reglas claras. Ningún gobierno es exitoso sin la participación de la inversión privada. Esto es una premisa que se ha entendido hasta en los países de marca comunista. Ahí tenemos a China, país tan amigo del Gobierno, para citar un ejemplo. China es una nación comunista que funciona y crece como paraíso del capital privado.
– Usted habló de reglas claras, sin embargo, para tomar un ejemplo, el Gobierno no informó ni informará en cuánto se subastó el dólar. ¿Cómo puede haber confianza en el empresariado con tanta opacidad?
– Bueno, precisamente es la confianza, la condición más importante que marca la posibilidad de progreso y desarrollo en un país. El estímulo para la inversión nacional y extranjera tiene que ver con la seguridad jurídica y la existencia de reglas claras. En Venezuela existe un alza de la inflación y un deterioro que se viene acumulando, desde hace años. La inflación se ubicó en 4,3 por ciento mensual y 19,5 por ciento anual. A esta situación se le suma un factor letal como es la escasez de productos.
Por otra parte, y haciendo referencia al Sicad, la eliminación del sistema de cambio y el desastre colosal de la subasta del Sicad para proveer dólares a la economía provocó un mercado seco. No hay dólares a la tasa de cambio oficial y el dólar negro está por las nubes. De la manera que el gobierno debe tomar el toro de la economía por los cachos, encarar las dificultades y articular soluciones creíbles y viables.
– ¿Cómo está Mi Negra?
– No sé en qué tono lo pregunta usted, pero déjeme decirle que Mi Negra sólo espera el momento propicio para implementarse. Mi Negra no es, como quisieron señalar en su oportunidad, una oferta electoral populista. Todo lo contrario, con este programa no se le está dando dádivas a nadie. Es la transferencia de recursos del petróleo, a los cuales todos los venezolanos tienen derecho. Especialmente esos venezolanos que están por debajo de la línea de la pobreza y los de la golpeada clase media. Es una herramienta para el crecimiento, no es un regalo. Es un programa de profunda justicia social.
– Una frase para terminar
– «Donde exista el reencuentro hay que buscarlo, porque la democracia es nuestra forma de vida, es nuestra naturaleza y nuestro valor fundamental».
Nota de prensa